Londres solivianta a pescadores comunitarios por vedar el lanzón
Pesca y Marisqueo
EAPO y EFFOP llaman a la Comisión a intervenir porque consideran que el Reino Unido «parece violar» el acuerdo con la UE
04 Feb 2024. Actualizado a las 04:55 h.
De nombre científico Ammodytes spp, el lanzón es un pescado que en Galicia se conoce como bolo, bogón, pión o furón. De cuerpo alargado y cilíndrico, con tonalidad verdosa, abundan en la orilla del mar y son un alimento de peces más grandes. Suele capturarse en Galicia con boliche o chinchorro, una red de cerco, y acostumbran a comerse sobre todo fritos, pero las ventas en las lonjas de la comunidad autónoma se desplomaron a partir del 2019. Según la plataforma oficial PescadeGalicia, ese año se subastaron 16.000 kilos, una ínfima cantidad comparada con los casi 235.000 del 2006, pero muchos más que los 279 kilos del 2022 o los 1.210 del 2023. Asequible, en lonja el año pasado cotizó a 1,59 euros el kilo, pero durante el recién acabado mes de enero el promedio subió a 3,18, si bien solo se comercializaron 182 kilos.
Para otros pescadores de la Unión Europea (UE) el lanzón importa muchísimo más. Directamente, los más de 52 millones de euros que se facturaron en el 2022 por las alrededor de 257.000 toneladas capturadas por barcos comunitarios en aguas del norte del Reino Unido y de Escocia. Dos datos de la Mariner Management Organization que la Asociación Europea de Organizaciones de Productores de Pescado (EAPO, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Productores Europeos de Harina y Aceite de Pescado (EFFOP) le recuerdan a la Comisión Europea y, en concreto, a Virginijus Sinkevicius, comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca.
Apelan a Bruselas porque casi el 97 % de las cuotas de lanzón de este año son de la UE, ateniéndose a lo pactado con el Gobierno de Londres. Sin embargo, de modo «unilateral, sin consulta o acuerdo previo», el Reino Unido ha anunciado su intención de «cerrar la pesca de lanzón en el Mar del Norte inglés y en aguas escocesas» a partir de abril.
Esben Sverdrup-Jensen, presidente de EAPO, y Odd Eliasen, presidente de EFFOP, advierten a Sinkevicius de que esa medida, desde una perspectiva jurídica, la interpretan esas dos organizaciones «como una violación» del Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la UE y el Reino Unido. Dicho de otra forma, entienden que la veda del lanzón «altera el espíritu de cooperación previsto en el acuerdo y plantea preocupaciones sobre los precedentes para la futura gestión pesquera y la asignación compartida de recursos».
Certificada como pesquería sostenible desde el 2017 por MSC (Marine Steward Ship Council), la del lanzón «es una especie vital para los productores y procesadores de la UE», subrayan EAPO y EFFOP. Siguiendo las recomendaciones científicas del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés), destacan que las posibilidades de pesca «se han fijado de acuerdo con un enfoque basado en el ecosistema». A mayores, inciden en que cuando los barcos van a por lanzón «son mínimas» las capturas accidentales de especies en peligro, amenazadas o protegidas.
Por tanto, estas dos organizaciones pesqueras comunitarias apelan a Sinkevicius, pidiéndole una reunión «para discutir más a fondo» lo que en su opinión está claro: «Se puede encontrar un equilibrio entre la protección del medio marino, incluidas las aves marinas, y el mantenimiento de actividades pesqueras sostenibles».
Y aunque el Reino Unido haya abandonado la UE, «está obligado a respetar» los acuerdos entre las partes y «garantizar una gestión compartida, sostenible y basada en el ecosistema de las poblaciones de peces». En definiva, EAPO y EFFOP, «dispuestos a encontrar una solución», reclaman a la Comisión que intervenga para que «pueda seguir funcionando» la pesquería del lanzón.