Un plus de abadejo para la flota de litoral aumenta la posibilidad de comerlo fresco en Navidades

Los pesqueros del litoral español comenzaron el año con un recorte del 53 % en el cupo de abadejo que caiga por casualidad en sus aparejos. Acreditado que con tan poco podría obligarlos a amarrar aunque dispusiesen de cuotas de otras especies —aparte de que ocasionaría pérdidas de unos 15 millones de euros—, la Comisión Europea aceptó elevarlo hasta 97 toneladas de Fisterra hacia el norte y hasta 128 hacia el sur. Como aún queda, desde este lunes la flota gana un plus en la cuota para capturas fortuitas que aumentará la posibilidad de comerlo fresco en Navidades.

Los palangreros de fondo que faenan en el Cantábrico Noroeste pueden comercializar desde este 9 de diciembre 80 kilos por barco y día, más que los 50 asignados en noviembre y que los 10 que tenían desde principios de año. Para el resto de modalidades, tanto en aguas españolas del noroeste como en las de la costa atlántica española del sur, el límite sube a 15 kilos por embarcación y día, cuando hasta ahora disponían de 10 y antes de noviembre solo de 5.

Si los pesqueros registran las capturas en el diario electrónico o las transmiten telemáticamente, tienen la opción de anotarlas semanalmente, en lugar de por día, con un límite de 400 kilos para los palangreros y de 75 para el resto.

Solo para capturas fortuitas, el Ministerio de Pesca intenta contribuir a «mejorar la rentabilidad socioeconómica» de la flota que puede coger abadejo.

Sin el 10 % de IVA ni tasas que rondan el 3 %, en las lonjas gallegas se está pagando el abadejo este año a medias de casi 7 euros el kilo, con un máximo de 25 euros para contadas piezas, según los datos de la plataforma oficial PescadeGalicia. Desde octubre todas deben medir al menos 42 centímetros. Entre enero y esta semana se han subastado en las rulas gallegas unos 110.000 kilos. En cifras redondas, sobresalen los 42.000 de A Coruña, seguidos de los 15.000 de Ribeira y los 13.000 de Burela. Corcubión suma 6.000, que los roza Cedeira, y en Malpica se aproximan a 5.000. Pasan de 4.000 Vigo y Fisterra, Celeiro se acerca a esa cantidad y en Laxe y O Grove superan los 2.000.