Una ex redactora de «Salsa rosa» desvela los montajes del programa

El libro Salsa revuelta , de la periodista y ex-redactora del programa Salsa rosa (SR), Gema Piñeiro realiza una «inmersión en la trastienda de los espacios de corazón de las televisiones», en esos «secretos» que las cadenas, productores y directores «prefieren ocultar al público», según su autora, y que lo convierten en «una crónica negra del circo rosa» que se ve cada día en las pantallas. Según explicó Piñeiro, que contó en la presentación de su libro con la presencia de Isabel Pantoja, refleja situaciones y vivencias reales de una periodista en un programa de corazón de la televisión actual. Se trata de anécdotas y curiosidades que al lector le pueden sorprender, como los cachés millonarios de algunos famosos, los pactos previos para enfrentar a los invitados, los montajes y las mentiras. En su opinión, su experiencia en el mundo rosa es un «fiel reflejo» de las prácticas generalizadas en algunos programas: manipulación de la información, presión a los redactores para que consigan lo peor de cada personaje, e incluso «el sobrepasar el límite de la ley dejándo la ética en el retrete». En concreto, refirió al caso de la supuesta estafa en la adopción en Perú de la hija de Isabel Pantoja, y el testimonio de una supuesta asistente de la cantante que denunciaba el pago irregular de ciertas cantidades que la cantante hizo para conseguirlo. Piñeiro «desenmascaró» a esta persona, Beatriz Escudero, al descubrir que se trataba de una delincuente buscada en su país y con causas pendientes. «Yo no acuso de nada, sino que fui testigo de ello y presento pruebas y documentos que lo atestiguan», añadió. No podía más Beatriz Escudero fue traida ilegalmente a España, según Piñeiro por la agencia Korpa, «que conocía la farsa y los delitos de esta persona». Korpa es una agencia fundada por Ángela Portero -una de las periodistas colaboradoras de Salsa rosa -, y que actualmente dirige su cuñada, Paloma García Pelayo. Tras su investigación Piñeiro fue relegada de su puesto y decidió escribir este libro, cuando sintió que «ya no podía más» y había que decir «basta ya a tanta manipulación».