Dura pugna entre «políticos» y «mafiosos» en la gala de los Emmy
Televisión
James Gandolfini y Martin Sheen compitieron en el apartado de mejor actor dramático «Los Soprano», eterna aspirante, y «El ala oeste», cuatro veces ganadora, se disputaron el premio
19 Sep 2004. Actualizado a las 07:00 h.
Un año más, políticos y mafiosos se diputaron ayer el premio más importante de la televisión estadounidense, el codiciado Emmy. Aunque al cierre de esta edición aún no se conocía el nombre de los galardonados, Los Soprano, la serie centrada en el mundo de una familia de mafiosos actuales, y El ala oeste , basada en las tribulaciones de un presidente estadounidense de corte demócrata, se perfilaban como principales favoritos. Una victoria de El ala oeste habría significado la quinta consecutiva, un récord sólo conseguido por la comedia Frasier . Sin embargo, el declive en los índices de audiencia de la serie durante el último año ha permitido que este podría ser el año de Los Soprano , después de cinco ediciones consecutivas con sueños de victoria nunca hechos realidad. Junto a ellas, el apartado dramático lo completaban CSI, la serie contada en tiempo real 24 , y la única debutante en esta categoría, Joan of Arcadia.? En el apartado de comedia, la crítica apostaba por la victoria de otra novata, Arrested Development , aunque, a la vista del gusto clásico que caracteriza a los más de 11.000 miembros de la Academia con derecho a voto, no faltaban los que apuntaban como mejor comedia a la ganadora del pasado año, Everybody Loves Raymond . Otras series en competición en esta misma categoría eran la políticamente incorrecta Curb Your Enthusiasm , la comedia de situación Will & Grace y la difunta Sexo en Nueva York .? En el apartado de mejor actor en serie dramática, las apuestas volvían a centrarse en el mafioso de James Gandolfini en Los Sopranos y el presidente Martin Sheen de El ala oeste . Los otros tres candidatos, Kiefer ?Sutherland, por 24 ; James Spader, por The Practice; y Anthony LaPaglia, por Without a Trace, no contaban, a priori, en las quinielas. En mejor actriz de serie dramática, muchos pensaban que Amber Tamblyn podía dar la sorpresa con Joan of Arcadia . Sin embargo, la suerte parecía más cercana a Jennifer Garner, por Alias ; Allison Janney, por El ala oeste; o Edie Falco, por Los Soprano. En comedia, muchos pensaban que el premio al mejor actor podía estar marcado por la nostalgia en una categoría que incluíae al fallecido intérprete John Ritter ( 8 Simple Rules ). En cuanto a las damas, el Emmy parecía reñido entre el glamour de Sarah Jessica Parker por Sexo en Nueva York o la maternidad de Jane Kaczemarek en Malcolm in the Middle .