La Voz de Galicia

Peter Jackson convierte a «King Kong» en un espectáculo de tres horas

Televisión

b.p.l. | redacción

El director transforma los cien minutos de la cinta de 1933 en una película de tres horas Naomi Watts se convierte en la tercera rubia que enamora al célebre gorila gigante

06 Dec 2005. Actualizado a las 06:00 h.

?on sus once óscares en el bolsillo, Peter Jackson se ha subido a lo más alto del Empire State Building de la mano de King Kong para contemplar el mundo desde la cima del éxito. El director neozelandés ha enlazado la premiada superproducción que le dio la fama, El señor de los anillos , con la adaptación del clásico sobre el gorila gigante que le hizo descubrir la magia del cine cuando tenía sólo nueve años. Jackson, que ya intentó hacer su primera revisión a los 12 años con la cámara doméstica de sus padres, se ha mantenido fiel a la esencia del clásico de 1933, aunque introduce algunas diferencias. Una de ellas es el metraje. Mientras que la cinta que dirigieron Merian Cooper y Ernest Schoedsack duraba cien minutos, la nueva versión se alarga hasta las tres horas, entre otras razones porque Jackson ha recuperado algunas escenas inéditas que habían sido eliminadas en el original. Otra de las variantes está en la profesión del hombre del que se enamora la rubia protagonista, que en este caso es un guionista de cine. Pero la diferencia fundamental está en el aspecto del propio King Kong. Peter Jackson albergaba desde hacía años el proyecto de llevar al cine una revisión de este clásico. En 1997, cuando ya llevaba seis meses trabajando en él, la productora frenó el proyecto. Cuando el cineasta estaba ya embarcado en El señor de los anillos , recibió carta blanca para seguir adelante con este proyecto y hacerlo a su manera. Los ocho años transcurridos desde entonces le han servido para sacar mejor partido de los avances en los efectos especiales que se han producido en este tiempo, además de aprovechar su propia experiencia después de las tres películas basadas en la historia de Tolkien. De hecho, lo que en 1997 iba a ser simplemente un taquillazo para satisfacer al público ha adquirido, según se anuncia, un tono más profundo y trágico. Algunas de las primeras críticas, sin embargo, afirman que el filme carece del tono dramático de la anterior trilogía. El gorila admirador de las rubias también se ha convertido en un ser más humano, entrado en años, con las cicatrices del paso del tiempo grabadas en su piel y una barriga prominente. Los músculos que mueven a este enorme King Kong animado digitalmente son los mismos que daban vida al pequeño Gollum de El señor de los anillos: los de Andy Serkis. El actor pasó tres semanas en una reserva de gorilas en Ruanda para estudiar los movimientos de estos animales y proporcionar así la base real sobre la cual la informática recrea al monstruo.


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