La Voz de Galicia

Triunfo de Isabel Coixet, con cuatro goyas

Televisión

AGENCIAS MADRID

La cinta gallega «El sueño de una noche de San Juan» se ha llevado el Goya a la mejor película de animación.

30 Jan 2006. Actualizado a las 06:00 h.

Podía pasar cualquier cosa, y sucedió que los Goya 2006 fueron los más repartidos en sus veinte años de historia. Se presentaba como una de las ediciones más imprevisibles de los últimos tiempos y se cumplieron los pronósticos porque los galardones de esta convocatoria-aniversario, que se entregaron en una de las ceremonias más largas y tediosas que se recuerdan, se distribuyeron entre once películas y ninguna de ellas superó las cuatro estatuillas. Con todo, la triunfadora Fue Isabel Coixet, con cuatro trofeos. Ningún récord No se rompió ningún récord como el año pasado Amenábar con los catorce galardones de 'Mar adentro', y hasta que no se abrieron los sobres bien entrada la madrugada no se supo que 'La vida secreta de las palabras', de Isabel Coixet, que convirtió sus cinco opciones a galardón en cuatro bustos del pintor, entre ellos los de mejor película y director. Esta drama ambientado en una plataforma petrolífera también consiguió los Goya al mejor guión original, escrito por la propia Coixet, y dirección de producción. En el reparto de las estatuillas más importantes de nuestra cinematografía también consiguieron plaza en el palmarés 'Camarón', de Jaime Chavarri, con tres de los cinco trofeos a los que estaba nominado. También se llevó tres «cabezones» 'Princesas', de Fernando León, que era la segunda cinta mejor posicionada al figurar en nueve categorías. La peor parte se la llevó 'Obaba', de Montxo Armendáriz, cuyas diez opciones se transformaron en un único premio al mejor sonido. También elegida para representar a España en los Oscar -el martes se sabrá si ha pasado la criba de los académicos norteamericanos-, la adaptación del libro de Bernando Atxaga 'Obabakoak' fue la gran perdedora de la noche en la que triunfó la única mujer de los Goya, la catalana Isabel Coixet. Mejor película, dirección, guión original y producción. Coixet subió por primera vez al escenario para recoger el de guión original. «En estos casos siempre me siento una impostora porque las historias pasan por mí. En este caso fue gracias a que unas señoras de Sarajevo que me prestaron sus secretos, sus palabras y sus silencios», dijo. Diálogos Recién llegada de Sundance, donde coincidió con Sam Shepard, «que me ha dicho que mis diálogos son muy buenos, y sin un buen guión, es imposible una película», Coixet, que está preparando un documental sobre Bolivia sobre crisis olvidadas -el suyo se centra en la enfermedad de Chagas-, proyecto en el que también está implicado Javier Bardem, también recordó a sus actores Tim Robbins, Sarah Poley y Javier Cámara, y a sus padres «que se estarán quedando sin clines». Estaba cantado que el Goya a la mejor interpretación masculina era para Óscar Jaenada por transformarse en Camarón de la Isla. Jaenada no se había preparado nada, improvisó y agradeció el premio a Achero Mañas, a Luis San Narciso, a Jaime Chávarri, y a su familia, «que se les ha ido la luz, creo que ya la han recuperado», y a todos los que van al cine. «A los que ayudan a que esto sea real y que hagamos de esto la gran fiesta del cine español. Que es una gran fiesta, coño», recalcó Jaenada, que se le olvido 'Camarón' y su mujer, la Chispa, pero tuvo muy presente a su mentor, Achero Mañas. «A ganar uno no se acostumbra nunca, hay que seguir trabajando y luchando», apostilló. El Goya de Jaenada por 'Camarón' se completó con el de diseño de vestuario y mejor maquillaje. Candela Peña había venido «superbien» acompañada de unas personas del bar de su pueblo «que me mandaban al cine para que no diera la lata, y en ese cine yo soñaba con estar aquí con un Goya y también con escribir una carta a la Reina para que me mandara una foto del príncipe porque quería ser princesa». A su príncipe, Fernando León, le mandó el siguiente mensaje: «regresad o moriré», subrayó la que es la mejor actriz protagonista de 2005. Peña dijo que el 50% de mi trabajo era para su compañera Micaela Nevárez, que se alzó con el Goya revelación. Humor Se esperaba lo de Jaenada y también lo de José Corbacho y Juan Cruz por su agridulce ópera prima 'Tapas'. Con el Goya a la mejor dirección novel, trofeo que se intercambiarán los fines de semana, Corbacho y Cruz hicieron gala de su humor. Pendiente de «las croquetas y las cañas», el director y protagonista de 'Homo Zapping' comentó que su película era la mejor «porque no he visto las otros tres», que volverían a formar tándem -de hecho ya están escribiendo otro guión - y que compartían el galardón «con los otros directores porque nunca vamos a estar nominados e esta categoría». Y los dos «jotas» volvieron a subir al escenario para abrazar a Elvira Mínguez, Goya a la mejor interpretación femenina de reparto por 'Tapas'. Con un elegante smoking blanco, Mínguez dedicó el trofeo «a ese público que continúa viéndonos». «Las actrices que hemos cumplido los 40 años no sólo somos madres y esposas sufrientes, hay miles de historias por contar sobre nosotras», declaró. 'Ninette', el particular homenaje a Mihura de Garci partía con siete posibles reconocimientos, y se quedó con el de mejor dirección artística por Gil Parrondo. Su protagonista femenina, Elsa Pataky, y el veterano Sancho Gracia, fueron los encargados de recordar el Goya de 1989 por 'Asignatura aprobada', pero no hicieron ningún comentario y tuvieron que improvisar porque, según dijo Gracia, su director, José Luis Garci, que se dio de baja de la Academia, no quería. La otra cara de la moneda estuvo representada por Agustín Almodóvar, quien, aunque no pertenece a la entidad, presentó un trofeo junto a la musa de su famoso hermano, Carmen Maura. Carmelo Gómez, Goya a la mejor interpretación masculina de reparto por 'El método', se estaba preparando para entregar un premio, no para recibirlo. Menos mal que su compañero Eduard Fernández salió al escenario a cubrir su momentánea ausencia. El actor leonés reconoció que «me ha venido como Dios porque lo necesitaba. hacía mucho que estaba mendigado por ello. Dedico el Goya a Pilar Miró, una gran pérdida para nuestro cine, a mi mujer y a mi hija», indicó. Revelaciones El resto de los bustos interpretativos en la categoría revelación se los repartieron la portorriqueña Micaela Nevárez, una de las «princesas» de Fernando León, y Jesús Carroza, por '7 vírgenes'. «No me esperaba el premio porque eran tantos los sueños hechos realidad que esta ya no podía ser verdad. Ahora estoy descansando un poco, pero me encantaría que en el cine español contaran conmigo», declaró una emocionada Nevárez. También estuvo muy emotiva Margarita Carreras cuando recogió el premio a la mejor canción original por 'Me llaman calle' que Manu Chao compuso para 'Princesas'. Miembro de Hetaria, asociación que defiende los derechos de las prostitutas, Carreras envió un beso a sus compañeras. Un «montonazo de nervioso» estaba el joven Carroza, que con su marcado acento andaluz hizo sonreír a todos los que estaban en la sala. Y es que Carroza agradeció el trofeo a todos, el primero a su padre «que en gloria esté, y a todo el mundo que me quiere. Estoy harto nervioso. No tengo ofertas en el cine, las tengo para hacer de electricista y éstas las tengo que rechazar porque estoy de promoción». Desde el patio de butacas, su compañero Juan José Ballesta le aplaudió con un gran entusiasmo. Los académicos españoles también reconocieron como mejor película europea a la cinta británica firmada por el neoyorkino Woody Allen, 'Match Point', galardón que recogió su hermana Letty Aronson, que manifestó que para Allen era «un gran honor ser considerado un cineasta europeo; y al título argentino 'Iluminados por el fuego' como mejor producción extranjera de habla hispana. Su protagonista, Gaston Pauls, brindó por la paz, y su director, Tristán Bauer, se lo dedicó a Francisco de Goya y condenó »la invasión genocida de Estados Unidos y Gran Bretaña al pueblo iraquí«. Los premios a la mejor película de animación y documental fueron a parar a 'El sueño de una noche de San Juan' y 'Cineastas contra magnates', respectivamente. El palmarés se completó con la música original de 'Habana Blues', título de Benito Zambrano que también se llevó el de mejor montaje; los efectos especiales de 'Frágiles'; el guión adaptado de 'El método', firmado por Marcelo Pyñeiro; la fotografía que hizo para 'Iberia' José Luis López Linares; la dirección de producción de 'La vida secreta de las palabras'; y los cortos 'Tadeo Jones', 'En la cuna del aire' y 'Nana'. Un activo Masó A un año de convertirse en octogenario, el vitalista productor, director y guionista Pedro Masó fue el Goya de Honor, galardón que le entregó Imanol Arias, a quien Masó lanzó con la series 'Anillos de oro' y 'Brigada Central'. Con el público puesto en pie, este profesional que se estrenó en el cine como actor se vio rodeado de «sus chicas», de Pilar Velázquez, Laura Valenzuela, Aitana Sánchez Gijón y Concha Velasco, entre otras. El promotor de 'Las chicas de la Cruz Roja' y 'Atraco a las tres' recordó a sus hijos «por el poco tiempo que les he dedicado». Con una gran energía, Masó, que lleva sesenta años en el celuloide, avisó que pensaba seguir pronunciado las dos palabras claves en su vida: «acción y corten». Y tras el honorífico, le toco a David Trueba, vicepresidente de la Academia, recordar a los que nos dejaron el año pasado, uno de los momentos más emotivos y aplaudidos del evento. Gala añeja Con un sabor añejo, la gala, decorada con sombreros en homenaje a Eduardo Úrculo y a la desaparecida Pilar Miró, que dirigió el espectáculo en 1997, tuvo como materia prima los homenajes y los recuerdos. Retransmitida por TVE-1 bajo la dirección de Fernando Méndez-Leite, la larga, helada y tardía velada conducida por los populares Concha Velasco y Antonio Resines escogió la fórmula veterano-joven para entregar los premios en la que fue la radiografía cinematográfica en 2005. Dividida en cuatro bloques y siguiendo una estructura cronológica, el espectáculo en el que hubo sobredosis de vídeos de Fernando Fernán Gómez tuvo su talón de Aquiles en los agradecimientos de los premiados que, como es habitual, no fueron concisos, sobre todos los de los cortometrajistas. El leit motiv de la gala fue muy claro: las dos décadas de existencia de estos premios, que hoy repartían a 29 bustos. Como bien dijo Méndez-Leite, el evento, que estuvo en pantalla más de cuatro horas, se caracterizó por la falta de humor. De hecho, el único momento gracioso fue el que protagonizó Santiago Segura, quien a pesar de «haber sido ignorado en las nominaciones», presentó uno de los premios «porque lo que el cine español, y España y todas sus naciones necesita es compañerismo y solidaridad».


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