Técnica, flamenco y Ana Noya ambientan «El Sur» de Ullate
Televisión
04 Oct 2006. Actualizado a las 07:00 h.
bien podría ser el norte. O el este. O el oeste. Porque el espectáculo que Víctor Ullate presentó ayer en A Coruña habla de algo que está en todas partes: los malos tratos, los celos, el amor y el desamor. Este Sur está empapado de una atmósfera mediterránea de sol, lorquiana, de mujeres que tienden la colada en un patio, muy bien lograda con la iluminación, el vestuario y, sobre todo, con la música. De hecho, El Sur es casi un ballet cantado, porque sin la guitarra y sin la voz de Enrique y Estrella Morente, que narran el desengaño, el dolor, la ilusión de un nuevo amor y la muerte de los protagonistas, no habría historia. Cantan estrofas tan lapidarias como: «¿Qué quieres de mi si hasta el agua que yo bebo te la tengo que pedir»? Quizás los espectadores se sientan algo defraudados al no ver sobre el escenario al cantaor con su hija. Y tendrían razón. En El Sur se demuestra el virtuosismo técnico de los bailarines de la compañía, con una coreografía que mezcla el clásico más puro, con la danza contemporánea y la flamenca. Incluso, en ocasiones, se pueden identificar influencias árabes. Lo más destacable es Ana Noya, la musa de Ullate y para la que fue compuesto este ballet. El mejor momento del espectáculo, el asesinato de los amantes; el peor, los aplausos a destiempo (aunque merecidos) del público.