David Bowie celebra su 60 cumpleaños con su vuelta al cine en «El truco final»

El camaleón. Es el cliché musical que mejor ha descrito la actividad de un David Bowie que ha mutado de estilo sonoro constantemente para mantenerse en la cresta de la ola de lo más in gracias a su olfato para detectar por qué tipo de músicos apostar en cada momento. Así, durante los sesenta años de vida que cumplió ayer (Brixton, 1947), Bowie siempre ha sido uno de los músicos más influyentes del rock, y muchas de sus fases musicales contribuyeron a crear subgéneros como la new wave , los nuevos románticos, el rock gótico o incluso la electrónica. Desde que a los 13 años aprendió a tocar el saxofón, Bowie ha sido mod en bandas de principios de los sesenta, mimo y actor profesional antes de ser un músico conocido tras estudiar con Lindsay Kemp, creador del glam rock junto a Marc Bolan en los setenta, estrella de rock bisexual venida de otro planeta en su personaje de Ziggy Stardust, productor de discos como Transformer de Lou Reed o Lust For Live de Iggy Pop, inventor del plastic soul con el álbum Young Americans (1975), cocainómano paranoico que llegó a utilizar el saludo nazi ante sus fans, actor en filmes como Absolute Beginners (1986), artista ignorado con la banda Tin Machine en los noventa... Tres años después de editar un último disco de escasa repercusión ( Reality ), a Bowie se le podrá ver en el cine en un papel secundario en El truco final de Christopher Nolan.