TVE acomete la reforma de su programación de tarde

Nunca es tarde. Con ese lema arrancó ayer en La Primera una nueva etapa de su programación vespertina que más que una mirada al futuro constituye un retorno al pasado en toda regla. Nunca es tarde, repitió su mantra Ana García Lozano en el estreno de Tenemos que hablar, que desempolva un género, el de las confesiones, que parecía haber dado todo de sí.

El programa llegó ayer a la parrilla de La Primera para dar un giro de timón y recortar la duración de +Gente, el espacio que presenta Anne Igartiburu y que nunca logró despertar demasiado interés en la audiencia, a juzgar por sus cifras. Menos de un 5 % de los espectadores suelen decantarse por el magacín de La Primera en esa franja horaria en la que sigue mandando Sálvame, en Telecinco.

Antes del comienzo de +Gente, y por espacio de una hora, Ana García Lozano se dedicó a hablar con cuatro invitados de la tercera edad, entre ellos la actriz María Galiana, que relataron historias muy meritorias de cómo los años no les han impedido mantenerse activos. Todo con la intención de demostrar que nunca es tarde, aunque para algunas cosas quizás sí.

Con este eterno retorno, TVE acomete una reestructuración de su parrilla vespertina con el fin de que TVE vuelva «a ser otra vez el canal de referencia», señaló ayer el director de TVE, Ignacio Corrales.

Los cambios que se van a operar no se detienen en el talk-show de Ana García Lozano. A la espera de que en mayo llegue a la sobremesa Gran reserva: el origen, TVE ha recuperado para esta franja Los misterios de Laura. Además, próximamente estrenará el concurso Letris, basado en una aplicación para smartphones que mezcla la estrategia de los juegos de Scrabble con la velocidad del Tetris.

El espacio + Gente queda por el momento reducido a una emisión de hora y media de duración y la cadena tampoco ha confirmado nada sobre la continuidad del programa o el futuro de Anne Igartiburu. «De momento está en la tarde», dijeron ayer escuetamente los directivos de TVE.