En busca del espectador nocturno

Buenafuente regresa a La Sexta el próximo lunes 18 para rescatar un formato que ha pasado en unos años de estar en boca de todos a caer en el olvido: el llamado late night, un vocablo que define a aquellos programas no aptos para madrugadores que arrancan al filo de la medianoche con una oferta variada de actualidad, humor y espectáculo. Un combinado que a esas tanto puede resultar soporífero o provocar horas de insomnio en el espectador, como le ocurrió a Pepe Navarro con Esta noche cruzamos el Misisipi o a Javier Sardá, que tomó el relevo con sus Crónicas marcianas. En total, una década en la que la televisión nocturna, intentando emular a los programas nocturnos de gran éxito en la televisión americana, alcanzó las más altas cotas del éxito y del frikismo.

Cuando Javier Sardá colgó el traje gris de su tropa extraterrestre, en el 2005, tomó el relevo en la oferta trasnochadora Andreu Buenafuente, que implantó un formato que apostaba más por el humor. Primero, en Antena 3, y después, en La Sexta, el cómico catalán se hizo famoso por los monólogos con los que arrancaba cada programa y que suponían un refrescante repaso satírico de la actualidad de cada jornada.

Hace dos años, Buenafuente consideró que la fórmula empezaba a agotarse y abandonó La Sexta para cambiar de rumbo. Desde entonces, el presentador ha estado en espera de destino, salvo un breve paso por el prime time dominical de Antena 3 con el programa Buenas noches, Buenafuente, que no logró atraer al público.

Ahora, el showman regresa al lugar donde más éxito televisivo ha tenido, de nuevo con Berto Romero como pareja y con el anuncio de una profunda renovación para este programa que irá de lunes a jueves.

En las últimas semanas, Telecinco ha tenido una buena acogida entre la audiencia nocturna con sus especiales de Jordi González sobre Niños robados, y también podría estar estudiando crear un espacio a medianoche para el expresentador de La noria.

Un «prime time» dilatado

El late night de Buenafuente supondrá una novedad en una parrilla que, en los últimos años y como consecuencia de la crisis, se ha acostumbrado a dilatar hasta bien entrada la madrugada los espacios del horario de máxima audiencia, incluso aquellos que van dirigidos a un público familiar.

Programas como el concurso La voz, de Telecinco; las sucesivas ediciones de Gran hermano, o el espectáculo Tu cara suena, de Antena 3, suelen concluir en torno a la una de la madrugada. Los responsables de las cadenas reconocen que los espacios concebidos para grandes audiencias suponen un problema para el programador cuando tienen una menor duración, ya que cubrir la última hora de la noche con un nuevo espacio implica un desembolso mayor. Es por eso que las series españolas se han adaptado a estas necesidades y emiten episodios de gran duración, mientras que las series americanas, que suelen distribuirse en menos minutos, se emiten a capítulo doble.

Racionalizar los horarios

Según la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, el 90 % de los programas de máxima audiencia terminan más tarde de las 23.30 horas y el 55 % lo hacen después de la medianoche. Por ello, según critican, los espectadores se acuestan tarde y no descansan el tiempo necesario. Por ello han lanzado una campaña que ya ha reunido más de tres mil firmas a través de Change.org para pedir a los responsables de las grandes cadenas de televisión que los programas de esa franja horaria no finalicen en ningún caso más tarde de las 23 horas y se adapten a los horarios de los espectadores.

Programas previos al horario de máxima audiencia que arrancan después del informativo y duran hasta el «prime time». Buenos ejemplos actuales son «El hormiguero», de Antena 3, y «El intermedio», de La Sexta.

Horario de máxima audiencia, que, según han establecido todas las cadenas a la hora de programar, arranca a las 22.30 horas y se prolonga, en muchos casos, hasta la madrugada.

Define a los programas de espectáculo que comienzan en torno a la medianoche. «Crónicas marcianas» y «Esta noche cruzamos el Misisipi» son los históricos del género en España.