La Voz de Galicia

Evasión a las nueve

Televisión

Beatriz Pallas

20 Jul 2014. Actualizado a las 07:00 h.

Alerta un directivo de televisión de que el informativo nocturno empieza a ser una redundancia que no aporta nada al espectador. Que en un mundo lleno de pantallas, un noticiario a esas horas es como invitar a cenar al que ya está saciado. Tal vez estén barajando que es mejor pasar directamente al postre que sirven las generalistas nacionales con programas que repasan la jornada en clave de humor, sacan punta de la cruda actualidad y animan, como los Monty Python, a mirar solo el lado bueno de la vida. Frente a la adversa realidad, crecen las ofertas de evasión.

A la misma hora en que el Wyoming cuenta su verdad y Pablo Motos afila los monólogos previos a sus entrevistas promocionales, Cuatro entra ahora en el mismo juego con Todo va bien. Después de rodarse durante el fin de curso de la competencia, el programa que presentan Edurne y Xavi Rodríguez aspira a convertirse en su relevo natural para las vacaciones de verano. A falta de la mordacidad de El intermedio y desprovisto de los famosos de relumbrón de El hormiguero, el espacio funde ambos formatos con un corrillo jocoso sobre las noticias del día, entrevistas y gamberradas con cámara oculta como las de Javier Abascal. Con seriedad prusiana, el cómico realiza reuniones de trabajo con niños para presentarles a un marciano, clausura bares que no lucen la bandera rojigualda el día de la coronación de Felipe VI y entra en una floristería para intentar enviar a un velatorio una corona con la leyenda «púdrete, mamón». Informados no estaremos, pero reírnos, nos reiremos.


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