«Gran Hermano 15»: La inesperada expulsión de Juanma

Mercedes Milá se plantó este jueves en el plató de Gran Hermano 15 embutida en un vestido de látex rojo,al más puro estilo queso Babybel, para conducir la que con toda probabilidad ha sido la antepenúltima gala de esta edición. La cadena todavía no ha abierto la boca sobre el desenlace de la entrega número 15 del reality, pero todo apunta, con las Navidades a la vuelta de la esquina y ya solo seis concursantes dentro de la casa, a que la final se emitirá el jueves 18. Anoche, el público tuvo que elegir dos veces. La primera vez, entre los tres nominados de la semana: Jonathan, Alejandra y Luis. Y se fue el torero. Y la segunda, entre los que se quedaron tras su salida. De esta segunda ronda de votaciones, en la que la audiencia tuvo que decantarse, en lugar de por su preferido para salir expulsado, por su favorito para ganar, el peor parado fue sorprendentemente Juanma. Pocos se esperaban este jueves la salida del primo mayor, que dejó destrozada dentro de la casa a su inseparable Azahara.

El primero en sentarse a la vera de Mercedes Milá fue Luis. En su entrevista se tocaron principalmente dos grandes temas, su enfrentamiento con Omar, que le costó un apercibimiento de la organización de Gran Hermano 15, y su relación con Paula. El primer asunto lo zanjó con un par de comentarios. El de Carabanchel, secundado por su charlatana novia morena, le guiñó el ojo varias veces y aseguró que ya antes de abandonar Guadalix, ambos habían solucionado sus diferencias dentro de la casa. «¿Morreo o no morreo bajo el edredón?», entró directa la presentadora para preguntarle por su acercamiento a la catalana rubia. «Algún beso de cariño ha habido -respondió el andaluz-, pero es que esos micrófonos suenan mucho». Se refería el torero a unas imágenes, emitidas por el programa, que mostraba a la pareja -solo amigos, como hermanos, aseguran- bajo el nórdico, mientras se escuchaban sonidos de besos.

Poco más dio la entrevista a Luis que un simpático intercambio de piropos, que incluso llegó a poner nerviosa a Mercedes Milá. «Me encantas… Tienes una forma de mirar que es intensa», le dijo Luis. «Se me está poniendo el látex… Qué calor tengo», respondió la presentadora.

El momento más intenso de la gala número 14 de Gran Hermano 15 fue, sin embargo, la expulsión de Juanma. Solo un 4,9 % de los fieles del programa votaron para llevarlo a la final, por lo que el surfero valenciano se vio obligado a hacer las maletas, despedirse de su inseparable compañera Azahara y poner rumbo a los estudios de Telecinco. El adiós fue un drama. Si no era suficiente con las lágrimas de Paula, que lloraba desconsoladamente por la marcha de Luis, Azahara se derrumbó por completo cuando Juanma causó baja obligada en la carrera hacia el maletín. Porque algo ha pasado sin haber pasado entre el primo y la chica del los rizos rubios. Ambos entraron con pareja en el concurso, pero, poco a poco, fueron forjando dentro de los muros de Guadalix una íntima y peculiar amistad que en ocasiones llegó a confundirse con algo más. Lo cierto es que Juanma y Azahara, a pesar de tanto abrazo y tanto mimo, nunca cruzaron los límites, pero sus conversaciones en clave, que la audiencia se pasó días descifrando, dieron a entender que entre ellos existían sentimientos importantes.

Por eso cuando Juanma cruzó las puertas del plató de Gran Hermano 15 lo primero que le hizo Mercedes Milá fue espetarle que se había enamorado de Azahara en la casa. «¿Has vivido una historia de amor oculta pero maravillosa como el Guadiana?», le preguntó. «Sí que he sentido cosas que no he sentido por nadie de la casa pero de ahí... ¡A estar enamorado!», concluyó él.

El intercambio de opiniones con el primo fue, lamentablemente, fugaz. Tras charlar un par de minutos con Mercedes Milá, Juanma se acercó a saludar a la madre de Azahara, que le dijo: «Hueles a mi niña». ¿Ahondará en el tema el domingo en el debate o se le olvidará la malagueña de los rizos en cuanto vuelva a ver a su novia?