«Gran Hermano VIP»: Belén Esteban, completamente desquiciada
Televisión
El primer «edredoning» de esta edición y las escandalosas peleas de «la princesa del pueblo» con Olvido Hormigos y Kiko Rivera le regalan al primer debate un 19,9 % de cuota de pantalla
19 Jan 2015. Actualizado a las 12:17 h.
Gran Hermano VIP sabe que rey solo puede haber uno. Y sabe también que las reyertas para hacerse con el trono son carne mediática de primera calidad. He aquí la explicación de que en esta edición «para personas importantes» se reúnan tres personalidades tan distantes y disonantes como Olvido Hormigos, Kiko Rivera y Belén Esteban. Si la princesa del pueblo es la concursante que más apoyos acapara fuera y dentro de la casa -causa y consecuencia, que los chicos de Guadalix son muy listos y saben bien a qué árbol arrimarse- es también la que más conflictos protagoniza frente a las cámaras. Olvido Hormigos y Kiko Rivera tienen claro quién es el enemigo.
Los altercados han sido, son y serán la fórmula secreta de Gran Hermano para facturar espectadores. De esta tesis, esta edición VIP, tachada de rancia y casposa en sus inicios, es el mejor ejemplo. Su primer debate racaudó anoche 3.028.000 espectadores y un 19,9 % de cuota de pantalla. Y es que si algo abunda en esta reformulación del formato protagonizada por famosos de medio pelo son las trifulcas. Los concursantes no son desconocidos, las vidas de la mayoría de ellos han sido expuestas y comentadas públicamente en los platós a lo largo de estos últimos años, todos conocen las miserias del prójimo y, cuando la paciencia pide papas, las desgracias funcionan como balas. Así, Belén Esteban y Olvido Hormigos se recuerdan la una a la otra en cada gresca sus adicciones, pasadas y presentes; las descalificaciones relacionadas con desventuras remotas están a la orden del día -Ares Teixidó le llamó a Hormigos «masturbadora»-, y las inquinas del pasado salen a flote a la primera de cambio.
La casa de Gran Hermano VIP es hoy un campo de batalla, en el que la colaboradora de Sálvame, desquiciada perdida, es la máxima soberana. Venerada descaradamente por otras concursantes como Teixidó, Ylenia o el desequilibrado Víctor Sandoval, libra una constante contienda desde que entró con la exconcejala de Los Yébenes, quien, nominada a la expulsión de este jueves y convencida de que será su nombre el que pronunciará Jordi González cuando anuncie las salidas, ha decidido no relacionarse con el resto de sus compañeros y vivir el reality desde la cama, solamente acompañada de su gran aliado Coman. Pero Olvido no es la única en sacar de sus casillas a Belén Esteban. Desde el jueves pasado, la princesa del pueblo cuenta con un nuevo nombre en su lista de enemigos: Kiko Rivera.
El hijo de Isabel Pantoja llegó a Gran Hermano VIP dispuesto a saldar cuentas pendientes con Laura Cuevas, hija del excapataz de Cantora, con quien compartió infancia y según los rumores, algunas cosas más, y quien se plantó en Guadalix dispuesta a desenmascarar a la familia de la tonadillera. Sin embargo, obviando un par de comentarios que descolocaron a la joven la primera noche, Kiko Rivera ha pasado de puntillas sobre el conflicto entre la familia Cuevas y la familia Pantoja y ha preferido dedicarse, tirado entre el jacuzzy y algún sofá, a pinchar a Belén Esteban. Nadie duda de que Kiko y Belén son las dos grandes cabezas de cartel de esta edición. Paquirrín lo sabe, sabe a quién apuntar y sabé cómo hacerlo. Primero, el joven pinchadiscos intentó envenenar la inseparable relación entre la de San Blas y Víctor Sandoval y, después, solo tuvo que espetarle a Belén que no soportaba sus gritos.
El hijo de Isabel Pantoja dijo basta y, estresado por los gritos de Belén Esteban, que interferían en su descanso, osó enfrentarse a autoridad mayor de Guadalix. «Ya sé que grito mucho, pero es que tengo que sacar todo lo que llevo dentro -explotó Belén en el confesionario, visiblemente alterada-. Si no, ¿qué hago? Me mato. No quiero que España me vea como una loca». «Estoy tan agobiada que voy a coger la maleta y me voy a ir a mi casa -añadió- A Víctor le grito mucho porque habla mucho, es como una mosca cojonera».
El primer «edredoning»
Mientras tanto, en la casa florecen otro tipo de conflictos, ajenos a la expareja de Jesulín y cercanos al fantasma de los celos. Porque ya hay pareja en Gran Hermano VIP. Ylenia y Fede han sido los primeros en meterse bajo el edredón en esta edición, pero antes ambos libraron un pasional alboroto, digno de un guión de telenovela, en el que también se vio implicada Ares. Todo empezó cuando la rubia platino se mosqueó porque el italiano y la reportera televisiva pasaban mucho tiempo juntos. Y la lió.
«¿En qué cabeza cabe que pueda tener algo con Fede? Me daría igual alejarme de él porque no hago daño gratuito -le explicó Ares-. Te pido que no te quedes pensando que entre nosotros hay algo». «Yo pienso que él se acerca y hay un interés, pero tú le sigues el rollito -le contestó Ylenia- Ayer estabas tocándole la pierna mientras hablabais». La reportera le aseguró que el amor de su vida se encuentra fuera de la casa de Gran Hermano VIP: «Esto ha sido fruto de tu inseguridad por Fede. Mi vida está fuera, el amor de mi vida está fuera, he pasado muchas cosas como para tirarlas por la borda. Es un tío que me cae bien, pero no me toca ni con un palo». Tras la acalorada trifulca, la exconcursante de Gandía Shore y el extronista pasaron la noche juntos. En la fiesta de los años ochenta, tomaron una copa juntos, se besaron y durmieron en la misma cama. Sin embargo, ambos han dejado claro en el confesionario que quieren conocerse poco a poco y muy despacio.