«Mad Men» afronta el principio de su final en su séptima temporada

El principio del fin de Mad Men está cerca. La serie que se convirtió en el 2007 en la gran revelación de la ficción norteamericana ofrecerá, a partir del 5 de abril en el canal AMC de Estados Unidos (el 6 de abril en España, en Canal+ Series), el primero de sus siete últimos capítulos sobre los publicistas de Madison Avenue. Los episodios corresponden a la segunda parte de la séptima y última temporada.

La historia de Don Draper, interpretado por John Hamm, arrasó con su estreno y logró conquistar en sus primeras temporadas quince premios Emmy y cuatro Globos de Oro, pero se fue desinflando con el paso del tiempo en los palmarés de premios, en cuyas últimas ediciones ha pasado bastante inadvertida. Pese a ello, siguen vivas las incógnitas de sus seguidores en torno a la vida del director creativo y socio de la agencia Sterling, Cooper, Draper & Pryce. Los espectadores de la serie siguen ávidos de saber cómo acaban las historias del personaje principal, un suplantador de personalidad que todavía guarda muchos enigmas, y de otros, como la ambiciosa Peggy Olson, Peter Campbell, Joan Harris, Betty Francis y de su hija Sally.

Para evitar los temidos spoilers que podrían estropear el final, el creador de esta ficción, Matthew Weiner, ha establecido un muro de silencio absoluto en torno al contenido de los últimos capítulos y el desenlace, pero aún así ha publicado un breve tráiler al ritmo de la canción Love hangover, de Diana Ross, y nuevas imágenes, que permiten adivinar la evolución estética que experimentará una serie que, en sus comienzos, se convirtió en un patrón estilístico de la moda de los años cincuenta y sesenta. En las nuevas fotos, sin embargo, se intuyen las tendencias de los años setenta, lo que parece apuntar a que habrá un salto en el tiempo en la evolución de la trama. La aparición en las nuevas imágenes de Jessica Paré también hace pensar en un regreso del personaje de Megan.

Los buscadores de pistas han encontrado asimismo que, en el póster de la nueva entrega, el siempre impecable Draper lleva el nudo de la corbata más deshecho de lo habitual y se dirige hacia algún lugar en su Cadillac a la puesta de sol. Los porqués son sorpresa.

Don Draper se convirtió desde el principio en un icono de la ficción televisiva, enigmático y atractivo, con una vida que está presidida por la inestabilidad, las constantes infidelidades a su primera mujer y su dependencia del alcohol. Tal es su relevancia que su traje gris y su sombrero fedora pasarán a formar parte de la colección permanente del museo Smithsonian de Washington.