La Voz de Galicia

Gran secuela de «True Detective»

Televisión

Javier Becerra Javier Becerra

01 Jul 2015. Actualizado a las 05:00 h.

Formo parte de ese 1 % de seriófilos a los que la primera temporada de True Detective le dejó frío. Su factura resulta impecable. Su dupla de protagonistas, pese a un McConaughey algo sobreactuado, brilla. Y la trama presenta momentos aislados de corazón acelerado. Pero en lo esencial, mantenerme prendado, falló estrepitosamente. Me aburrí tanto que en algunos capítulos llegué a quedarme dormido. Lo juro.

Por ello, me enfrento a la segunda parte con escepticismo. Y, sorpresa, tardo segundos en engancharme. Saluda el Nevermind de Leonard Cohen sobre una cabecera de soledad y sangre. Es el previo a un puzle de historias a medio contar. Hay tópicos, sí. Pero atrapan. Un policía alcohólico, violento y atormentado. Un capo conectado con la mafia rusa que le ayuda en su venganza particular. Una agente atractiva cuya hermana hace porno por webcam y su padre es guía espiritual al que se la trae todo al pairo. Otro poli con una complicada vida sexual y secretos por explotar.

Todo discurre sin conexión aparente, pero con tensión manifiesta. Y algunas sorpresas deliciosas, como la aparición de la cantautora Lera Lynn en una de esas escenas de redención en el bar a golpe de whisky. Cuando termina el capítulo no entiendes mucho. Pero te mueres de ganas de ver el siguiente para entender un poco más. Esta vez sí.


Comentar