Medio siglo del épico triunfo de Massiel en Eurovisión con «La, la, la»
Televisión
La artista tuvo solo nueve días para preparar la canción tras la renuncia de Serrat
06 Apr 2018. Actualizado a las 09:24 h.
Con un vestido de Courrèges demasiado corto para la España de la época y un sutil contoneo que creó marca propia, Massiel se convirtió en la primera española ganadora de Eurovisión en una noche como hoy hace cincuenta años. El La, la, la de Massiel marcó un hito en aquel 1968 al alcanzar la primera de las dos únicas victorias que ha conseguido en el certamen un embajador de TVE (la segunda sería la de Salomé en 1969 en un primer puesto compartido con Holanda, Francia y Reino Unido).
Massiel se había convertido en la princesa por sorpresa de la candidatura española después de la renuncia repentina de Joan Manuel Serrat a cantar en castellano y el rechazo por parte de TVE a su petición de cantar en catalán. Faltaban doce días para la final. De los diferentes aspirantes que se barajaron en aquella situación de emergencia (Raphael por tercera vez, Juan y Junior, Karina...) salió elegida María de los Ángeles Santamaría, Massiel. Tenía 20 años y se encontraba de gira en México cantando rancheras totalmente ajena a los vaivenes del certamen. Aceptó de inmediato, tomó el avión de vuelta y, cuando aterrizó en España, las cámaras la esperaban al pie de la escalerilla para recibirla con honores. Tuvo apenas nueve días para ensayar la canción y preparar su actuación.
Su famoso vestido sesentero de flores rosa, insólito de puertas adentro en la España de Franco, se lo compró ella misma en París al diseñador que fue precursor de la minifalda y pagó por él 49.000 pesetas. La prenda fue enviada directamente a Londres para la final. «Yo era muy moderna y muy progre, cantaba Piazzola y Aute. Lo primero que se me ocurrió fue cambiarme el look, porque venía de vestir de negro largo», asegura a Efe.
Frente a la pirotecnia visual que Eurovisión emplea actualmente, en aquellos años dorados del festival los cantantes actuaban acompañados de una orquesta en directo. «Dirige la orquesta, el maestro Ibarbia», señaló el locutor al introducir la canción de Massiel. El maestro Ibarbia había hecho los arreglos del La, la, la, compuesto por Ramón Arcusa y Manuel de la Calva, el Dúo Dinámico, para alejarlo de la versión más melódica que había interpretado inicialmente Serrat e imprimirle más ritmo. Con eso, con un coro de tres mujeres y con su voz, Massiel consiguió conquistar a las dos mil personas presentes en el Royal Albert Hall de Londres. Todo parecía previsto para el triunfo de la gran estrella de la noche, Cliff Richard, que concursaba con su mítica Congratulations. Con ella ofreció un número que fue considerado espléndido y al que nadie parecía poder arrebatar el triunfo.
Pugna con el Reino Unido
La votación fue apretada y la pugna entre España y el Reino Unido se vivió entonces como si fuera una final de un mundial de fútbol. Los británicos iban por delante en las votaciones cuando, en el turno de voto de Alemania, España recibió seis puntos y el Reino Unido, dos, lo que puso a España un punto por delante. Quedaba solo un país por votar, Yugoslavia, que no dio ni un solo punto a ninguna de las dos canciones, de modo que el marcador final fue España, 29-Reino Unido, 28.
Cronistas de la época llegaron a comparar a Massiel con Agustina de Aragón en aquel épico triunfo sobre los ingleses ante doscientos millones de europeos. Franco le transmitió un mensaje de felicitación y le otorgó la Cruz de Isabel la Católica por un triunfo que el régimen convirtió en una hazaña patriótica. Este hecho sirvió para alimentar la polémica sobre lo conveniente que fue para el franquismo ofrecer aquella imagen en Europa. Años después, José María Íñigo afirmó en un documental de La Sexta emitido en el 2008: «A España le interesaba mucho ganar el Festival de Eurovisión por tener un cierto renombre en algo. Ya en años anteriores se habían hecho muchas maniobras para tratar de hacerse con los votos de muchos países». Más tarde el presentador se retractó.