La Voz de Galicia

Manuel Gómez-Franqueira: «En Coren hemos demostrado que el cooperativismo es una fórmula de éxito»

Terra

T. Montero Santiago / La Voz

La empresa, que mantiene el 100 % de su producción en Galicia, está presente en 55 países y exporta el 30 % de su producción cárnica

25 Apr 2023. Actualizado a las 17:20 h.

Tras 60 años de historia y de esfuerzo, el grupo Coren es la primera cooperativa cárnica de España y da trabajo a unas 7.000 familias. Su presidente, Manuel Gómez-Franqueira, lo resume en un modelo que promueve un concepto de unión e integración en el que los socios y los empleados, forman la «gran familia Coren».

 —Coren es la mayor cooperativa cárnica de España, que da trabajo a más de 7.000 familias. ¿Por qué es interesante apostar por este modelo empresarial? 

—El cooperativismo es un modelo empresarial asentado sobre valores como la solidaridad, la equidad, la responsabilidad social o el compromiso con los demás. Es un referente de la economía social, una fórmula que encaja muy bien en Galicia y un gran aliado para el impulso del sector agroalimentario.

Para competir en un mercado globalizado como el actual es necesario tener una mínima dimensión. Y el cooperativismo aporta a los socios ese plus. Las cooperativas tienen que actuar en beneficio de los socios como una herramienta que les ofrezca las opciones de crecimiento y el potencial de desarrollo que necesitan. En nuestro sector, los productores que trabajan de forma aislada se encuentran con muchas dificultades para subsistir. Por eso, para un agricultor o ganadero, operar con el respaldo de una cooperativa es una garantía de seguridad. Posibilita unas relaciones muchos más estables con clientes, proveedores y empresa e incluso, en muchos casos, se convierte en la vía de acceso al I+D+i, fundamental para crecer en un mercado tan competitivo.

Desde Coren siempre hemos apostado por este modelo que da prioridad a las personas. Los granjeros se implican de modo directo en la gestión. Promovemos el concepto de unión e integración en el que los socios, junto con los empleados, forman la gran familia Coren.

Pese a que el campo gallego siempre fue bastante escéptico con el modelo cooperativista, hemos demostrado que es una fórmula empresarial de éxito y clave para hacer altamente competitivo el sector agroganadero de Galicia. Si bien, todavía hay que seguir trabajando en la integración entre productores e industria para ganar dimensión y seguir apostando por la profesionalización del sector y, sobre todo, por el reconocimiento del valor justo de los productos agroalimentarios.

—Uno de los pilares de la empresa es el bienestar animal. ¿Cómo se aseguran de esta cuestión? ¿Qué mecanismos han puesto en marcha?

—Para Coren, el respeto a los animales representa un eje prioritario de nuestra política de responsabilidad social. Por eso nos volcamos directamente en su cuidado, invirtiendo en mejoras constantes y en la implantación de buenas prácticas. Así se refleja en el plan de bienestar animal de la cooperativa, enfocado desde una perspectiva integral, para criar a nuestros animales en unas condiciones de vida que permitan su óptimo desarrollo en alimentación, salud y bioseguridad, confortabilidad…, superando incluso los requisitos exigidos por las normativas vigentes. Y siempre bajo el mimo y la atención de nuestros cooperativistas.

Ejemplo de ello es nuestra apuesta por la crianza tradicional, fomentando las producciones criadas con salida a campo, como el Pollo de Corral, el Cerdo Selecta alimentado con castañas o las producciones ecológicas. De hecho, fuimos pioneros en la recuperación del pollo campero y en el 2011 fuimos por delante del sector al tomar la decisión de producir únicamente huevos de gallinas criadas en libertad y con salida a campo.

Además, ponemos especial atención en la alimentación de nuestros animales, fomentado una dieta 100 % natural con cereales seleccionados de máxima calidad. Y cuidamos con detalle todo el ciclo de vida de los animales. Nuestras granjas cuentan con las últimas tecnologías que permiten un exhaustivo control de alimentación, ventilación o temperatura para ajustarse al estado ideal de cada animal. Los técnicos de campo realizan una supervisión constante y aplicamos las más estrictas normas de bienestar en el transporte de los animales.

De hecho, el gran esfuerzo e inversión que hemos realizado en nuestra cooperativa mediante el plan de bienestar animal ha sido reconocido con los principales sellos de bienestar animal del sector, certificados por Aenor. 

—Están presentes en más de 50 países y en cadenas de calidad como Fortnum & Mason. ¿Qué perspectivas de crecimiento exterior tienen para los próximos años? 

—El compromiso con Galicia y con el campo gallego está en el ADN fundacional de Coren. Toda nuestra red de industrias y producción está en Galicia, por lo que nuestros productos son 100 % gallegos. Pero, sin dejar de lado nuestras raíces, hemos apostado también por la internacionalización. A día de hoy, estamos presentes en más de 55 países de todo el mundo y exportamos más del 30 % de nuestra producción cárnica. Y no renunciamos a seguir creciendo, enfocados especialmente en mercados como Japón, China o el mercado británico, donde la cooperativa está introduciendo con gran éxito la gama Selecta. El Jamón de Castañas se comercializa ya en las principales cadenas de alimentación del país (Fortnum & Mason, Waitrose, Ocado, Wholefoods Market…)

Desde nuestros orígenes, trabajamos siempre con el compromiso de ofrecer productos de la máxima calidad y la búsqueda de la excelencia seguirá marcando nuestra política de desarrollo, apostando por la diversificación y los productos de calidad de diferenciada. También el I+D ha sido uno de nuestros pilares de crecimiento, lo que nos ha permitido ir por delante del sector en muchos aspectos, y seguiremos trabajando en esta línea, asumiendo nuevos proyectos que nos permitan ser cada vez más fuertes sin renunciar a nuestros valores: respeto al medio ambiente, bienestar animal, innovación y máxima calidad alimentaria.

—La sostenibilidad es otro de sus valores clave. 

—Siempre fieles a nuestro compromiso de compatibilizar la actividad agroganadera con el máximo cuidado del entorno, nuestros socios se implican con un modelo de trabajo responsable que nos permite operar desde el más absoluto respeto medioambiental. Todas nuestras actividades dependen del entorno, así que somos los principales interesados en cuidarlo, impulsando políticas medioambientales sostenibles y respetuosas.

Hace años que en Coren apostamos por las energías renovables y activamos un ambicioso plan de sostenibilidad ambiental orientado a la modernización energética, la reducción de emisiones y la gestión eficiente de los recursos con el que nos mantenemos en la senda de los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030 y el acuerdo del clima de París, promulgados por Naciones Unidas. Este tipo de acciones nos ha permitido reducir en los últimos cinco años las emisiones de CO2 en más de un 45 %, un porcentaje muy superior a la media nacional.

Como muestra de ello, contamos en nuestras instalaciones de Santa Cruz de Arrabaldo (Ourense) con dos plantas de energía renovable para el tratamiento de biomasa ganadera y una planta de biometanización para la generación de biogás, apostando por un modelo de planta que responde a la gestión de residuos desde una perspectiva circular que queremos trasladar también a otras industrias. Además, en los últimos años, la mayoría de las granjas del grupo han implantado instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo y calderas de biomasa.

Orientar nuestro I+D hacia una gestión más sostenible nos ha permitido poner en marcha innovadores proyectos y continuamos invirtiendo en esta línea, para seguir reforzando la sostenibilidad de nuestra actividad.

—¿Cómo ha afectado la pandemia a Coren? ¿Y otras alertas sanitarias como la de la gripe aviar?

—Coren, como empresa productora de alimentos, es un servicio básico para la población y durante la pandemia ha continuado en todo momento con su actividad diaria para mantener la cadena de abastecimiento y garantizar el suministro de productos. Pero también sufrió por el aumento de costes derivados de las nuevas medidas de seguridad, el cierre de la hostelería y el turismo, y la desestabilización del mercado. No fue una época sencilla, pero tampoco lo es lo que vino después, con la desorbitada subida de las materias primas, la energía y la inflación, cuyos efectos seguimos sufriendo actualmente.

No obstante, nuestra cooperativa se distingue por su capacidad de adaptación que nos permite reaccionar de modo decidido en épocas de crisis. Disponer de una grama de productos diversificada y una red de industrias propias que abarcan todo el proceso producto nos otorga una flexibilidad y capacidad de reacción fundamentales frente a estas situaciones críticas. Además, la unidad del grupo cooperativo se mantiene siempre como el pilar de nuestra fortaleza. Contamos con una estructura productiva moderna y dimensionada con la que afrontar los retos que surgen.

—Su empresa contribuye a generar valor y fijar población en una provincia que sufre el síndrome de la España vaciada. ¿Cómo impacta eso en los valores empresariales?

—Uno de nuestros valores fundamentales es nuestro compromiso con Galicia. Todas nuestras granjas e industrias están en Galicia, contribuyendo a generar empleo y riqueza en nuestro rural y, al mismo tiempo, ayudando a fijar población. Defendemos proyectos medioambientales sostenibles que ayudan a poner en valor terrenos rurales evitando su abandono. De ahí nuestro impulso a las producciones camperas y ecológicas, criadas con salida libre a campo; o la puesta en valor de montes comunales para cría de vacuno en extensivo. Además, con nuestra gama Selecta de cerdo alimentado con castañas contribuimos a la recuperación de los soutos gracias a la demanda de castaña de Galicia y a las plantaciones propias en nuestras granjas. El objetivo con el que nació Coren fue generar riqueza en el campo gallego, ofrecer un futuro de calidad para las familias del rural, y a día de hoy ese compromiso sigue plenamente vigente. 


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