La Voz de Galicia

El Deportivo espera a Sissoko

Torre de Marathón

Antón Bruquetas A Coruña / La Voz

Las molestias del jugador más creativo de la plantilla podrían condicionar el once de Fernando Vázquez

28 May 2014. Actualizado a las 11:31 h.

Desde que se puso a tono, Ibrahim Sissoko (Abidjan, Costa de Marfil, 1991) no ha parado de sorprender por su facilidad para enhebrar jugadas imposibles, para desmontar línea enemigas armado de alguna genialidad. El cuerpo técnico y sus compañeros no dudan en señalarlo como el futbolista más creativo y desequilibrante de la plantilla, clave cuando al equipo le toca lanzarse al ataque. Por eso sus molestias en la cabeza del peroné, las mismas que le obligaron a retirarse del campo en el partido contra el Numancia, preocupan en el Deportivo. Su presencia ante el Real Jaén, en el encuentro donde el conjunto de Fernando Vázquez confía en sellar su regreso a Primera, pende de un hilo. Ayer no pudo saltar al césped de la ciudad deportiva de Abegondo, a donde llegó cojeando. En el club confían en poder contar con esa pieza trascendental para recuperar la categoría que se escapó el año pasado entre los dedos de las manos, esperan tener para el encuentro del año al hombre que ha demostrado con creces por qué un día la Bundesliga se fijó en él.

Si la dolencia del centrocampista no remite en las próximas 24 horas, está previsto que los servicios médicos del Deportivo le practiquen pruebas para valorar de nuevo el alcance de la lesión. De todos modos, son optimistas e incluso no está descartado que esta mañana, cuando el equipo vuelva al trabajo, pueda pisar la hierba de los campos de entrenamiento.

Quien, en principio, no tendría ningún problema para estar este sábado en la final de Riazor es Carlos Marchena, quien ayer se ejercitó a menor ritmo que sus compañeros. El central, quien no se ha esforzado en ocultar sus desencuentros con el técnico de Castrofeito, apunta a la titularidad, ya que Fernando Vázquez no tendrá disponible a Lopo, baja por sanción tras cumplir ciclo de cinco amarillas en el tiempo añadido del choque del pasado fin de semana en el estadio de Los Pajaritos. La experiencia del internacional español se antoja decisiva para recibir al Jaén, ya que el choque se convertirá en la revalida para los nervios de una defensa que se ha reblandecido en el último trecho de la campaña.

Wilk, baja dos semanas

Por su parte, Cezare Wilk verá lo que resta de Liga desde la grada. En la mañana de ayer fue sometido a diferentes pruebas para analizar el estado de la lesión que sufrió en el gemelo de su pierna derecha durante el calentamiento frente al Numancia. Se comprobó que padece una rotura fibrilar acompañada de un fuerte hematoma, lo que lo aleja al menos dos semanas de los terrenos de juego. Es decir, se pierde la temporada. En este caso no se espera que nadie invoque a los milagros para rescatar al mediocentro polaco que cuando estaba realizando los ejercicios de preparación para el partido en Los Pajaritos, en el que iba a formar entre los jugadores de inicio, se vio obligado a parar. Sintió un pinchazo y rápidamente, el cuerpo técnico mandó acelerar su puesta a punto a Brayn Rabello. De este modo, se deshacía el doble pivote -que establecía junto a Bergantiños- al que había vuelto a recurrir Vázquez para tratar de hallar la solidez perdida en las últimas semanas. El Dépor se dispuso de nuevo con el conocido 4-1-4-1. Al final, emprendió de el camino hacia A Coruña con las manos vacías.


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