Las luces, para los jugadores
Torre de Marathón
04 Nov 2014. Actualizado a las 05:00 h.
Vuelvo a casa después de 14 días en el CHUAC, donde me resolvieron un doloroso problema originado por un cálculo en la zona del páncreas. Pero no hablaré del cálculo biliar, sino de esos otros cálculos que ya preocupan al deportivismo. En esos días de obligado reposo médico pude comprobar cómo se vive en el centro hospitalario la marcha del Deportivo. Desde el médico de la planta, hasta la más joven de las enfermeras, muestran su interés por conocer el futuro (?) del equipo deportivista, algo imprevisible y, como bien dice Pedro Barreiros en La Voz de ayer: «Son diez jornadas para olvidar». Y pronto.
La mayor parte de los seguidores esperan que en Córdoba se corte esa caída del equipo en barrena. Ayer se reiniciaron los entrenamientos del equipo y es importante no incurrir en una confianza para la que no hay base alguna. Todos esperamos que en El Arcángel se vea un nuevo Deportivo, capaz de una recuperación que urge porque el camino va torcido y, de perder, pasaría a ser un pronóstico grave pues estamos hablando del quinto peor registro del equipo.
Esa es la realidad que comparten plenamente los seguidores más veteranos por muy acostumbrados que estén a sufrir, aunque alguno no pierde su chispa y con una media sonrisa intentando disimular su preocupación, al despedirme en el CHUAC me dijo: «Diga en La Voz que las luces que colocaron en el estadio hay que bajarlas al terreno de juego para que los blanquiazules lo vean más claro a la hora de jugar el balón?» Conste que yo regreso confiando en olvidar el balance negativo de las 10 jornadas anteriores. A quienes dicen que la Liga es larga hay que señalarles que si vas mal, no habrá médico capaz de levantarte por mucho que lo intente.