Óscar García, Pinchi: Coruñés, deportivista y pichichi
Torre de Marathón
El canterano es el máximo goleador de Tercera División, con ocho dianas
07 Nov 2015. Actualizado a las 21:26 h.
Pocos futbolistas pueden presumir de ser el máximo goleador en una categoría tan competitiva como la Tercera División gallega a la edad de 19 años. Uno de ellos es Óscar Francisco García Quintela (A Coruña, 1996). Pinchi, que es como se le conoce en este mundillo, ha marcado ocho goles en los últimos siete partidos jugados con el Fabril. Un acierto que le ha permitido encaramarse a la primera posición de la tabla de realizadores a pesar de no ser un delantero. Lo suyo es la banda. La habilidad. El desborde. Disfrutar de la libertad que le da su entrenador Manuel Mosquera para ayudar al equipo a conseguir el objetivo por el que se están preparando desde finales de julio: «al cien por cien es el ascenso a Segunda B», confiesa el joven jugador coruñés.
Su particular idilio con el gol comenzó hace mes y medio. En la quinta jornada. «Llegaba de una lesión. Había sufrido un golpe en la rodilla que me había provocado un problema atrás, muscular, y que me impidió jugar varios partidos. Esa semana entrené muy bien actuando como comodín y al entrenador le gustó cómo me movía entre líneas. Así que el domingo me puso de titular, como nueve, y salieron muy bien las cosas porque marqué dos goles en Noia. El equipo estaba justo de efectivos en ataque por las lesiones (de Marcos Legaz y Borja Domingo) y tuve que adaptarme», explica. Pinchi repitió una semana después como nueve y le metió tres al Racing Vilalbés.
Esta versatilidad está siendo una de sus virtudes. Todo aquel que ha pasado por Abegondo esta temporada ha podido verle jugar en las cuatro posiciones de ataque. Incluso dentro de un mismo partido. «Sí, la verdad es que me están dando la confianza de jugar en varias demarcaciones. Mi posición es la banda, pero yo estoy dispuesto a ayudar al equipo donde lo necesite», se ofrece.
En las últimas jornadas, con la irrupción del colombiano Otero, Pinchi ha recuperado su puesto favorito, el de extremo izquierdo. Desde ahí, Manuel Mosquera le está dando la libertad para acompañar al delantero. Al estilo David Villa en la Eurocopa de Austria y Suiza 2010.
Coqueteo con el primer equipo
Pinchi llegó este verano a la plantilla del Fabril después de una exitosa trayectoria en las categorías inferiores del Deportivo. Firmó en el club de su vida con nueve años, después de dar sus primeras patadas al balón en el seno del Deportivo Ciudad que entrenaba Nano. «El Dépor es el club de mi vida. El de mi ciudad. El de mis sueños», explica el joven coruñés del barrio de A Zapateira. No en vano, más de la mitad de su vida la ha pasado de blanquiazul.
Durante el mes de julio recibió la llamada del primer equipo para completar la pretemporada a las órdenes de Víctor Sánchez del Amo. «Le doy las gracias a la directiva y al cuerpo técnico por la confianza que me han demostrado», explica. «Pero no se me va a subir a la cabeza. Mi entorno me ayuda a tener los pies en el suelo. Mi equipo es el Fabril, Es en donde tengo que jugar y demostrar todo. El primer equipo es un extra de motivación», añade.
Unas palabras que van acompañadas por hechos. A pesar de la leyenda urbana que existe sobre que los futbolistas que suben al primer equipo vuelven descentrados, Pinchi ha demostrado ahora su mejor versión en el filial. «Estoy muy contento por los ocho goles, pero esto es un trabajo de equipo y todos han estado trabajando muy bien», matiza.
¿Óscar o Pinchi?
El dorsal número 7 (a veces el 9) del Fabril aparece siempre con el nombre de Óscar. No como Pinchi. «No me importa cómo me llamen. Pinchi me lo puso mi padre de forma cariñosa, como le pasó también a otros compañeros de equipo como Bicho o Pancho (también de la generación del 96). Supongo que porque era más pequeño que el resto y me empezó a decir ?pincho, pincho?... El resto de padres lo escuchaban y al final me quedó lo de Pinchi». Palabra de Pinchichi.