Un coruñés se cuela en la historia de la Liga Promises

A finales del siglo pasado, Brunete se convirtió en lugar de paso de las jóvenes promesas del fútbol español. El trofeo que cada año se celebraba en esta localidad madrileña reunía a los alevines de la Liga. Luego nacieron otros torneos, pero este siguió siendo referente. Hace menos de un lustro la Liga apadrinó la competición pasándose a denominar Liga Promises. Pero la esencia es la misma: un escaparate para los alevines de los clubes de Primera División.

Andrés Iniesta, Fernando Torres, Cesc Fàbregas, Gerard Piqué, Silva, Granero, Ander Herrera, Fernando Llorente, Iago Falque, Sergio Canales, Alberto Lora, Gerard Delofeu... La lista sería interminable. Y, algunos de ellos, con el añadido de figurar su nombre como el mejor futbolista de la competición. Una relación de privilegiados en la que, desde ayer, también figura un coruñés y deportivista: Daniel Estévez Gómez.

El capitán blanquiazul, cuyo grito de ánimo a sus compañeros antes de los partidos no ha parado de tener pinchazos en la red ?«El blanquiazul es un color y el escudo se lleva en el corazón. !Uno, dos y tres. Forza Dépor, oé¡»?, vivió una última jornada en Villarreal (sede del torneo) de lágrimas y sonrisas. Primero se llevó el palo por fallar el penalti que privó al Dépor de clasificarse para la final (había empatado a un gol en semifinales con el campeón, el Barça). Y, minutos más tarde, fue elegido como el mejor futbolista.

«Es un chaval cuya aportación al equipo va más allá de lo que se ve en el campo Es un líder natural. Siempre ayuda a sus compañeros. Todo lo que tiene como buen futbolista lo tiene como buena persona», explica Roberto Veres, su entrenador.

Dani lidera el primer equipo captado en su totalidad por el Deportivo desde la llegada del actual consejo de administración. Un equipo que llegó a la capital de la Cerámica avalado por el título gallego conquistado semanas antes tras imponerse al Lugo en la final por 2-0.

En este torneo quedó emparejado en la fase de grupos con el Barcelona, el Sevilla, el Celta y la Real Sociedad, perdiendo 1-0 frente al primero y ganando sus siguientes compromisos. En octavos y cuartos eliminó al Betis y al Valencia, respectivamente, en la tanda de penalti. Tras perder en semifinales ante el campeón, acabó cuarto tras perder frente al Levante por 2-0, lo que no le impidió lograr la mejor clasificación de la historia.