Hay un problema de fútbol

En la crisis del Deportivo me llama la atención su pérdida de control sobre los partidos. Hasta ahora había muchos jugadores que se ofrecían y venían a recibir, se movían con velocidad y llegaban muchas veces a la portería contraria mientras el equipo mantenía el control del partido, porque también se recuperaba muy arriba. En este momento, la circulación se vuelve más lenta, la movilidad por delante del balón es prácticamente nula y el Dépor se atasca, porque todos chocan por dentro contra el muro que plantean los rivales. Hay pocas ideas para superar a defensas muy replegadas. Si no hay movimientos rápidos de balón, es difícil desorganizar la defensa del rival. Tampoco se están encontrando soluciones en el balón parado, y los contraataques le están haciendo daño. Es cierto, como dice el entrenador, que en una liga tan larga siempre se pasan momentos más complicados que otros, pero me extraña que coincidan todas estas características juntas. Claro que puedes ganar o perder partidos, pero hay un bajón general y de algunos futbolistas en particular, y ahí es donde hay que incidir para recuperar el buen camino.