Ritmo alto y dominio a través del balón
Torre de Marathón
20 Jan 2019. Actualizado a las 21:38 h.
La clave de la victoria de esta mejor versión del Deportivo llegó a través del manejo de la pelota. El equipo que dispuso de la posesión se convirtió en el que llevó el control del partido y el que disfrutó finalmente de un claro triunfo. Desde el primer momento, el Deportivo se hizo con la iniciativa y, en este sentido, se reveló como un buen acierto el cambio al sistema 4-3-3, en el que los dos mediocentros que arropaban a Álex Bergantiños, Edu Expósito y Vicente Gómez, son dos de los futbolistas que mejor manejan la pelota en la plantilla. Esos futbolistas abastecieron de juego a los tres delanteros y estos se mostraron como lo que son: futbolistas tremendamente determinantes, verticales y que deciden partidos fruto de la calidad que atesoran.
Desde el punto de vista colectivo, el Deportivo jugó muy junto, muy ordenado, todo el rato a través del balón y, una vez que llegaba a campo contrario, si perdía el dominio, la pelota ya estaba cercana a las posiciones del área del Albacete, por lo que le costaba mucho menos hacer una presión tras pérdida y volver a recuperarlo. El Albacete en ningún momento pudo hacerse con el balón, ni pudo llevar el control del partido y del juego. Los locales manejaron el balón con criterio y con un ritmo que le exigíamos últimamente, un ritmo más alto y con el balón circulando más rápido, simplemente porque sus futbolistas estaban más cercanos unos de otros. Vicente Gómez y Edu Expósito pudieron jugar muy libres, porque tenían siempre a Álex Bergantiños equilibrando por detrás, mientras ellos podían caer a cualquiera de las dos bandas y no debían hacer siempre de eje horizontal de ese rombo que los maniataba en el sistema de Natxo González.
Así, el Deportivo, a través de lo colectivo, con el manejo del balón, y de situar en el campo a jugadores de corte ofensivo y buen manejo de pelota cerca de Bergantiños, logró que su juego volviese a fluir. A los tres delanteros se les dio siempre el balón en situaciones óptimas, gracias también a un buen despliegue de los laterales en el momento adecuado. En definitiva, se destacó como un partido muy completo de todo el equipo, con buen balón parado, y en el que este Albacete nunca gozó de facilidades para jugar, porque el Deportivo dominó el juego desde el balón de principio a fin.