Martí sostiene que el Dépor salió a buscar el partido más que el rival

«Un posible penalti que no pitaron. Luego la ocasión de Quique y otra de ocasión final de Marí, que nos hubiese dado el ascenso. Está claro que el resultado final no es el que esperábamos. No hemos sido capaces. Los jugadores se vaciaron, lo dieron todo, pero no pudo ser». Con este sorprendente análisis inició José Luis Martí su comparecencia tras la dolorosa derrota del Deportivo en Son Moix.

El entrenador del Deportivo no encontró explicación alguna para que su equipo no fuera capaz de aguantar la buena renta con la que llegó al campo balear. Se limitó a escudarse en la mala suerte y el posible penalti no pitado a Borja Valle a los cinco minutos de partido.

«No creo que haya sido por un exceso de confianza. El equipo ha salido con ocasiones bastante buenas que no ha podido rematar. El Deportivo entró mucho mejor al campo que el rival», insistió un Martí que no supo responder a si este de Son Moix será su último encuentro como entrenador del conjunto blanquiazul.

Después de varias preguntas, Martí acabó reconociendo algo obvio, que su equipo no había generado muchas ocasiones de gol: «Es cierto que más allá de los primeros minutos, luego no generamos muchas ocasiones de gol, y las que sí hicimos fue al final del partido. Hubo una de Quique que paró el partero y otra de Pablo (Marí) que nos pudo haber dado el ascenso en el último minuto».

Sí que quiso el inquilino del banquillo de Riazor insistir en que estaba orgulloso de cómo se habían vaciado sus futbolistas y que él cree que se merecían estar el próximo año en Primera División y no haber caído de una manera que considera tan dura e injusta como esta.

A la salida de la difícil rueda de prensa, su esposa y sus dos hijos, que lo acompañaron durante todo el fin de semana, lo aguardaban en la puerta del vestuario para intentar animar a un hombre que acababa de recibir su mayor palo como técnico.