Lucas vuelve al escaparate en Riazor

No habrá fatiga acumulada en las piernas de los ex. Si Pablo Machín decide citar a Lucas y a Joselu para jugar ante el Dépor, ambos llegarán descansados al encuentro, tras haber disputado apenas un cuarto de hora del último duelo oficial del Alavés. Saltaron al césped en el minuto 75 del choque liguero ante el Atlético y fabricaron la ocasión que concluyó con el empate momentáneo, después de que Felipe desviara hacia su propia portería el centro con el que el punta de Silleda buscaba a su socio coruñés. Lucas empieza a acostumbrarse a la condición de revulsivo y ha arrancado en el banquillo los tres partidos más recientes en el calendario del conjunto vitoriano. Su condición de máximo anotador alavesista no le garantiza plaza en el once, para la que deberá volver a postularse en el mismo escaparate donde ganó su mayor crédito profesional: Riazor. Será, si no hay sorpresa en la convocatoria, el centro de miradas y comentarios en un rival que llega sobrado de elementos llamativos.

lucas pérez

Cuatro goles decisivos

A los vitorianos les cuesta anotar. Llevan quince goles en 17 encuentros y su máximo realizador acumula apenas cuatro dianas. Son las que registra Lucas, quien puede presumir al menos de que todos sus tantos han dado puntos a los de Machín. Si el de Monelos marca, no pierde el Alavés. Lo hizo en el triunfo frente al Real Madrid (1-2) y en los empates ante el Levante, Valencia y Osasuna, aunque el gol a los granotas fue el único que no llegó desde el punto de penalti.

El discreto registro no había minado la confianza del técnico en el coruñés, titular en diez de las catorce primeras jornadas (en otra fue baja por lesión). Sin embargo, tras la dura derrota en Balaídos, el míster decidió remozar el equipo, y Lucas ha sido suplente en las últimas tres citas. Contra el Eibar, ni siquiera jugó.

joselu

Pieza clave por varios motivos

Lucas volverá portando el 7, como cuando se fue. El número que lució antes y después de que adornara la espalda de Joselu durante el curso que pasó en Riazor. El silledense de adopción (nació en Stuttgart) lleva ahora el 9, número fijo en las alineaciones de su equipo. Hasta el domingo era el segundo jugador de campo más empleado, clave en una propuesta orquestada en torno a la contra rápida y el centro lateral. Milita en un conjunto que apenas amasa el balón (el tercero por la cola en posesión y número de pases por partido en Primera) y trata de rentabilizar su poderío en el juego aéreo. Nadie en la Liga gana tantos duelos aéreos como Joselu, y aunque esta ventaja no se ha traducido en goles (lleva dos) sí tiene impacto actuando de espaldas a portería, para descargar balones hacia la segunda línea.

jota peleteiro

Otro gallego en horas bajas

Entre el núcleo gallego del Alavés, el único que jugó de inicio el domingo fue Jota. Titularidad que devuelve algo de crédito al pobrense: se asentó en el once en cuanto llegó desde el Aston Villa pero había perdido peso en las últimas jornadas, tras varias actuaciones grises. No le ha favorecido el empeño de su entrenador por colocarlo en un costado, donde pierde protagonismo. Su zona de mayor influencia está en el carril central. El futbolista formado en el Celta abandonó A Coruña abucheado en su última visita, con el Eibar, por unos besos lanzados hacia la grada tras marcar (explicó que iban dirigidos a sus familiares). Han pasado seis años y nada tiene que ver este Dépor con aquel que conoció. Ni con el de Lucas y Joselu, de vuelta en el escaparate de Riazor.