Manu Sánchez: «Lo mejor para los que vengan; esto es el Dépor, que lo cojan con cariño»

«Tenía seis años cuando mi hermana Belén me llevó por primera vez a Riazor. Me acuerdo como si fuera hoy, fue el día en que caló en mí el deportivismo y soplé todas las velas queriendo ser futbolista del Dépor. El destino me deparó otra sorpresa que me llenó». Manu Sánchez decidió arrancar su despedida rememorando cómo empezó a llegar. El ya exentrenador del Deportivo Abanca fue elegante en el adiós y repartió agradecimientos entre todos aquellos que contribuyeron a su paso por el club coruñés. Citó a todo el personal, a cuanto técnico estuvo a su lado, a las jugadoras —«Manu Sánchez es lo que es gracias a ellas»— y a quienes dirigieron la entidad desde Tino Fernández a Fernando Vidal, mencionando también a Antonio Couceiro por los encuentros para aclarar su destitución.

El reconocimiento especial fue para Pablo Pereiro —«compañero, amigo e incluso padre»—, cuyo despido se anunció al mismo tiempo y junto a quien trabajó en la confección de todas las plantillas desde que se creó el proyecto. También la que será la base de la próxima campaña: «Hemos construido un equipo que va a enamorar. Solo falta una guinda, una jugadora que por los tiempos y las formas en que se produjo todo no va a venir y que veremos enfrente, en uno de los máximos rivales».

Y es que la decisión de romper con el míster y también con el encargado del diseño del plantel supuso un mazazo para ellos y también para las futbolistas ya reclutadas. «Creo que se han equivocado en los tiempos y sobre todo en la forma en que se produce. Pero bueno, como entrenador tienes que entender que debes estar sujeto a las decisiones de la gente que está por encima de ti», manifestó el técnico. Desveló ante los medios que hace dos temporadas, tras el inicio espectacular del Dépor Abanca en Primera, se elaboró un informe sobre las carencias detectadas en torno al equipo, pero que nadie tomó medidas al respecto. También que durante el curso recién concluido se llegó a acuerdos para reforzar en invierno una plantilla muy escasa, pero que el compromiso fue incumplido por la entidad blanquiazul.

Pese a todo esto y a que su destitución llega con los banquillos ya cerrados, impidiéndole encontrar otra plaza, Manu Sánchez se despidió sin rencor, anunciando que aprovechará el tiempo para casarse y deseando «lo mejor para los que vengan; esto es el Dépor, que lo cojan con cariño».