La Voz de Galicia

La ampliación del estadio de Riazor, un proyecto de ciudad para A Coruña

Torre de Marathón

Alexandre Centeno

El concello ve el Mundial como una oportunidad para transformar la urbe

16 Jul 2022. Actualizado a las 05:00 h.

Un proyecto. Una ilusión para la ciudad. Un duro trabajo por delante. Y un examen que no solo va a decidir si A Coruña es sede del Mundial 2030, sino también si puede aprovechar una oportunidad histórica de transformar la ciudad. La carrera ya ha comenzado.

¿Cuál es la actual situación?

El pasado jueves hubo una reunión en la sede de la federación española en la que se informó a las ciudades y comunidades autónomas candidatas a ser sede de los requisitos necesarios. Ahora deben cumplimentar una documentación que incluya un compromiso serio del estado de sus campos. A partir de septiembre tendrán lugar las primeras visitas a todos los estadios aspirantes y se escuchará sus propuestas de mejora. Pero tendrán que ser proyectos realistas, sobre todo, en cuanto a financiación. Deberá haber una obligación de cumplimiento. En noviembre, antes del Mundial, la federación realizará la primera evaluación con el objetivo de que a principios del 2023 se elijan ya y se empiece a trabajar con las once sedes escogidas. Con posterioridad la FIFA decidirá si concede el Mundial a España y Portugal

¿Por qué cuarenta mil espectadores?

En realidad, la capacidad tendrá que ser mayor de cuarenta mil. Esa es la cifra que ha exigido la FIFA en el 2026, y que la federación ha tomado como referencia. Pero son 40.000 de venta de entradas, excluyendo zonas de palco, prensa, patrocinadores... Es decir, la capacidad final de Riazor tendrá que ser de entre 42 y 43.000 para no quedarse cortos. Tal y como está el boceto, no sería un problema aumentar ese número en la grada de Marathon con un tercer anillo.

¿Cuál sería el coste?

Dado que lo que hay es un primer esbozo no está cerrado el presupuesto. Solo el estadio se elevaría por encima de los 20 millones. Pero la idea de la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, va más allá y pretende aprovechar esta cita para modernizar la ciudad e incluiría más obras que elevarían notablemente el presupuesto.

¿Está cerrado el proyecto?

En absoluto. De momento, el concello ha hecho una aproximación a lo que podría ser, pero quedan detalles por estudiar. Por ejemplo el tipo de césped que llevará para que no sea incompatible la organización de grandes eventos con la práctica del fútbol. También está en estudio la posibilidad de cubrir el estadio. Si la idea es hacer conciertos, durante todo el año, A Coruña tiene el hándicap de la lluvia.

 

¿Qué reportaría un Mundial a la ciudad?

Más allá de la publicidad e imagen exterior, se disputarían un mínimo de cinco partidos que, dependiendo de las selecciones que tocasen, podrían viajar a Galicia un mayor o menor número de aficionados. Además, tener el Mundial, le permitiría las colaboraciones necesarias para ese lavado de imagen que se pretende.

¿Tiene sentido un estadio tan grande para un equipo actualmente en 1.ª RFEF?

En primer lugar, se desconoce la categoría en la que estará el Dépor en el 2030. El objetivo del club es recuperar lo perdido y regresar, primero al fútbol profesional y, posteriormente, a Primera. Pero la idea del concello es que Riazor no sea solo un estadio de fútbol sin más, sino un referente en la organización de eventos de primer nivel, ya sean musicales o deportivos, como sucede en otros estadios como pueden ser el Metropolitano o San Mamés, que albergó las finales europeas por clubes del 2018 y, según la agencia Efe, este acontecimiento dejó en la ciudad más de treinta millones de euros. A nivel musical, con esta capacidad, A Coruña ya podría aspirar a acontecimientos de primer nivel, que atrajeran a gente a la ciudad, y rentabilizarlos. La idea es que, sin que afecte al Deportivo, pueda haber tres anuales.

¿Quién pagará todo?

Desde María Pita se considera que esta sería una obra en la que han de implicarse todas las instituciones (Gobierno central, a través del CSD, la Xunta, la Diputación y el propio ayuntamiento), pero no descarta tampoco la aportación de capital privado para explotar zonas del estadio. Como el proyecto, incluye la peatonalización de Manuel Murguía, también podrían llegar fondos europeos.

¿Qué piensan los grupos de la oposición?

Los grupos de oposición al gobierno municipal no comparten opiniones sobre el megaproyecto que plantea Inés Rey para los próximos años, en el caso de que A Coruña sea elegida sede del Mundial 2030.

Todos coinciden, eso sí, en que les falta información para pronunciarse con objetividad. Así, Rosa Gallego (PP) explica: «Desconocemos el proyecto o el boceto de ampliación del estadio porque una vez más el Gobierno municipal no nos ha trasladado ninguna información ni ha hablado con nosotros, como ha sucedido desde que Inés Rey es alcaldesa, por lo que de momento no podemos hacer ninguna valoración».

Más negativa se mostró María García (Marea Atlántica): «A proposta da ampliación de Riazor sería, como pouco, un proxecto que merecería debaterse con máis calma da que o presentou o Goberno local municipal. A falta de coñecer os detalles, a proposta semella un enorme investimento e pouco acorde ás circunstancias actuais, coa inflación desbocada e unha crise enerxética e económica».

Por su parte, Francisco Jorquera (BNG) es más optimista: «O pouco que sei é o que lin hoxe —por ayer— no xornal. Entendo que está todo supeditado a que A Coruña sexa elixida sede. Neste caso paréceme unha boa nova. Claro que hai que ver canto custa ao final, pero entendo que sería unha boa nova para a cidade, que non debería quedar so na ampliación dun estadio de fútbol, se non crear un recinto que poda ser empregado para máis eventos e tamén que sirva para dar vida a Manuel Murguía polo que vería ben soterrar o tráfico. Pero, claro, fáltanme datos».

Por su parte, Inés Rey, comparó el impacto que podría tener esta actuación para A Coruña con el que tuvieron los Juegos para Barcelona o la Expo para Sevilla. «Queremos que este Mundial sirva para cambiar el concepto de ciudad y modernizarla. Sevilla y Barcelona deben ser el ejemplo».


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