4-2 | Quiles vale un Teresa Herrera

Falló lo que fallaba el año pasado y acertó el de siempre. La vida sigue igual en Riazor, pero esta vez fue suficiente para que el Deportivo se anotase su 24.º trofeo Teresa Herrera. Alberto Quiles, con tres goles, solventó la difícil papeleta de que el Metalist se hubiese adelantado por 0-2 en los primeros veinte minutos. Un susto que hizo revivir viejos demonios a la parroquia blanquiazul y que terminó por sepultar Víctor Narro con el 4-2 final.

Borja Jiménez apostó seguramente por el once que hubiera alineado de empezar la Liga, teniendo en cuenta las importantes bajas de los lesionados Olabe, Villares y Raúl Carnero. Repitió el esquema de la pretemporada, un 1-4-2-3-1 en el que Rubén Díez y Quiles tenían licencia para abandonar las bandas, dejando los carriles en exclusividad para Antoñito y Retu.

Y no empezó mal el equipo con balón. Con buenas asociaciones entre Isi, Rubén y Mario Soriano en zona de tres cuartos. Incluso rondó el gol en una apertura del excanterano del Atlético hacia Antoñito, cuyo centro no fue capaz de rematar por muy poco, en boca de gol, Gorka Santamaría.

Aunque con matices nuevos, este Deportivo todavía repite errores del pasado curso. Las transiciones y los centros laterales le siguen matando y el Metalist lo descubrió demasiado pronto. Panasenko avisó en el minuto 8 y un exfabrilista, Yevgen Pidlepenets (en Abegondo en el curso 2019-20), ejerció de verdugo. El extremo remató dos centros desde la banda izquierda, en sendas contras, completamente solo. Es verdad que Soriano había podido empatar entre tortazo y tortazo con un disparo cruzado desde la frontal que salvó el meta ucraniano con un fenomenal mano abajo, pero también que Mackay evitó el 0-3 en el 29, en un regalo de Pidlepenets que malogró Tankovsky. Ahí Borja dijo basta y mandó a Retu al banco, para introducir a otro atacante, Víctor Narro. Un acierto.

Igual que se revivieron viejos vicios malignos, Riazor también recordó alguno bueno. Como la movilidad de Mario Soriano que originó el 1-2 para el pase a la red de Quiles en el 40. O el 2-2 en el 45, con el galgo Antoñito asistiendo al onubense, para que esta vez marcase con la derecha.

Al Metalist se le hizo largo el partido. Hizo tres cambios al descanso, pero, con todo, se le notó que no está trabajando en las mejores condiciones y el físico le abandonó. La segunda mitad fue un monólogo coruñés, con infinidad de ocasiones para marcar. Por diestra, con Antoñito, y por siniestra, con Víctor Narro, un sorprendente conejo en la chistera de Borja. Ante la ausencia de Raúl Carnero, el balear firmó un gran encuentro en una posición que no debiera ser la suya. Lo mismo se pensaba de Víctor García el pasado curso.

Quiles culminó la remontada desde los once metros y precisamente Narro sentenció, con un gran chut desde fuera del área. El Dépor ya se gustaba ante un Metalist que no daba síntomas de reacción. La cabeza y el corazón no son suficientes cuando las piernas no responden.

Con un cuarto de hora por delante, Borja dio descanso a Lapeña, Antoñito, Isi y Quiles. Entraron Granero, Jairo, Yeremay y un renacido Trilli, que volvía así a sentirse futbolista.

Ficha técnica

Deportivo: Mackay; Antoñito (Trilli, min 76), Lapeña (Borja Granero, min 76), Jaime Sánchez, Retu (Víctor Narro, m.31); Bergantiños, Isi Gómez (Jairo, min 79); Quiles (Yeremay, min 79), Soriano, Rubén Díez; y Gorka Santamaría.

Metalist Kharkiv: Rybka; Mizuk (Avramenko, min 46), Porokh (Riazantstev, min 46), Romaniuk, Kaplienko (Shopin, min 81); Raliuchenko, Panasenko (Knysh, min 62), Tankovsky (Chidomere, min 81); Pidlepenets (Saimon Pambu, min 62), Kartushov (Kaidalov, min 81) y Bagachansky. (Fedoriv, min 46).

Goles: 0-1, min 13: Pidlepenets. 0-2, min 20: Pidlepenets. 1-2, min 41: Quiles. 2-2, min 45+1: Quiles. 3-2, min 57: Quiles, de penalti. 4-2, min 64: Víctor Narro.

Árbitro: Pastoriza Iglesias, del comité gallego. Mostró amarilla a Quiles (min 42), del Deportivo.

Incidencias: Partido de la 77 edición del Teresa Herrera disputado en el Estadio Abanca-Riazor ante unos 5.000 espectadores.