La Voz de Galicia

Yeremay y poco más para el Deportivo en Majadahonda

Torre de Marathón

Iván Antelo

El Dépor suma 214 minutos sin ver puerta, está más cerca del descenso que del segundo, y solo fue capaz de apretar al final gracias a un chico de 19 años

10 Oct 2022. Actualizado a las 07:44 h.

Saltó al campo en el minuto 73. Dispuesto a rescatar a un equipo muy pobre, carente de ideas y soluciones ofensivas. En un conjunto en el que está puesto en duda por los propios protagonistas si los jugadores aguantan el gran peso de la responsabilidad de vestir la camiseta de un club campeón de Liga hundido en la tercera categoría, un chaval de la cantera, de solo 19 años, fue el único argumento con el que ganar al penúltimo de Primera Federación. El canario Yeremay Hernández ya había sido el mejor frente al San Fernando, Borja Jiménez llegó a ensayar el jueves con él en el once de carrilero, y el de Las Palmas al final se tuvo que conformar con poco más de un cuarto de hora, que volvió a aprovechar con creces. Tuvo tres intervenciones brillantes, en las que generó dos ocasiones muy claras que salvó el exdeportivista Lucho con grandes intervenciones.

Yeremay al margen, los problemas de gol son evidentes en el cuadro coruñés. Suma ya 214 minutos sin ver puerta y el equipo genera la sensación es de que sigue en la caída libre que comenzó en el mes de febrero, cuando tenía el ascenso directo en su mano. Ocho meses después, tras dejarse remontar por el Racing de Santander y luego dilapidar todas las ventajas del play off de ascenso (jugar en casa y con la posibilidad de que valiera el empate), el cuadro coruñés está más cerca del descenso (a seis puntos) que de la primera y segunda plaza (a siete). Con 12 puntos de 21 posibles, habiendo jugado cuatro partidos en casa y siempre ante rivales de la zona media-baja de la tabla, ve como el Linares, su próximo rival, ya tiene 19 y el partido del domingo se presenta ya como una final en el mes de octubre.

Primera parte para olvidar

Y eso que Borja Jiménez sigue variando de plan, en busca de uno que haga reaccionar a su equipo. En Majadahonda apostó por un 1-4-1-4-1, en el que Villares era el único mediocentro puro, con la ayuda por delante de Mario Soriano y Rubén Díez como interiores. Los teóricos extremos (Víctor Narro y Kuki Zalazar) no fueron tales y se metieron hacia dentro, dejando las bandas para los laterales y apoyando a un Quiles que sigue negado.

Sobre el papel parecía un esquema valiente. Pero en la práctica el Dépor firmó una primera parte sin tiros entre palos. Posesión baldía, muy en la tónica de lo que viene siendo habitual. La ocasión más clara fue un tiro de Kuki Zalazar, en el que levantó hierba y tierra al golpear.

Solo mejoró tras el descanso, con un cambio de posicionamiento general del equipo, con Mario Soriano y Rubén Díez más cerca del área rival. El ex del Tenerife formó una gran sociedad con Antoñito y se echó al equipo a la espalda. Una conexión a la que se sumó Yeremay tras su entrada, desbordando así a un Rayo Majadahonda al que le salvó su portero. El canario tiene descaro, no le quema el balón y es capaz de jugársela en posiciones de peligro. Algo insólito en un equipo en el que sobran pases de seguridad. «Lo está haciendo bien y por eso está por delante de otros jugadores que en la confección del equipo deberían de tener más peso. Una pena que no pudiera hacer gol en las dos ocasiones claras que tuvo», destacó el técnico en la rueda de prensa.


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