El Deportivo cae en crisis en el peor momento
Torre de Marathón
Otro fiasco atacante, con 5 disparos a puerta de 14, y el tercer partido seguido sin ganar retratan las dudas con que el equipo coruñés llega a las últimas diez jornadas
20 Mar 2023. Actualizado a las 00:27 h.
Otro borrón fuera de casa deja al Deportivo muy tocado en la pelea por ascender directamente. Justo cuando se sentía en disposición de culminar su remontada hacia el primer puesto, ha encadenado tres nuevos partidos sin ganar que añaden presión a las diez jornadas finales, cuyo recorrido comenzará el próximo domingo a las siete de la tarde en Riazor contra el Celta B.
En otro pobre partido a domicilio, también en León el equipo blanquiazul cayó en la racanería a la hora de llevar el peso del juego, pues aunque superó a su rival en los porcentajes de posesión a lo largo de todo el partido (43-57 a los 30 minutos, 39-61 a los 60, 35-65 al final), las incursiones reales hacia la portería de la Cultural Leonesa brillaron por su ausencia. Únicamente en los instantes finales de la primera parte y los primeros minutos de la segunda se estableció en campo rival y dispuso de ocasiones.
Tardó más de veinte minutos en chutar, pero, cuando lo hizo, le castigó una y otra vez la sequía atacante que viene padeciendo. Sus mejores oportunidades, el disparo de Quiles al poste en la primera parte y, ya en la segunda, el contragolpe franco de Mario Soriano, solo ante Salvi, desaprovechadas ayer, ya habitan en el mismo limbo al que se habían marchado en anteriores jornadas como visitante el remate al larguero del pichichi deportivista el pasado día 5 en La Línea, o el disparo del mismo jugador el 12 de febrero contra el Sanse, que golpeó en un defensa cuando se colaba en la portería.
En cifras totales, el domingo frente a un contrincante tembloroso que llevaba ocho encuentros sin ganar y se veía amenazado por las posiciones de descenso, chutó en 14 ocasiones, pero solo 5 provocaron la intervención del guardameta local. Tampoco Mackay precisó estrenar los guantes antes de la hora de juego, aunque para entonces sí que la Cultural se había asomado a la portería del Dépor, como en la llegada de Percan en la primera parte que Alarcón, solo en el segundo palo, remató alto.
El Deportivo enlazó su tercer partido sin ganar en el sexto de los siete últimos en los que marcó un solo gol o ninguno. Al margen de aquel extemporáneo 5-0 al Badajoz, hubo tres partidos de los seis más recientes en que marcó un gol (obra de Pepe Sánchez al Castilla, Lebedenko al Talavera, y Quiles, de penalti cometido sobre Yeremay, al Mérida) y cuatro, incluido el de ayer, en que se quedó a cero. Justo cuando ha llegado un jugador de Primera, como Lucas, para reforzar el ataque, al Dépor se le pone cuesta arriba batir la portería contraria. En especial a sus delanteros que, sobre todo fuera de casa, malviven de acciones individuales y situaciones aisladas para poner en aprietos a las defensas.
A la sequía de goles que viene padeciendo, se le ha unido en las últimas jornadas un preocupante factor anímico que le lleva a echarse a temblar cada vez que sufre un revés. A la desbandada para meterse en la cueva del propio área al cabo del gol del Castilla la pasada semana, le siguió en León un desorden tras el 1-0 solo justificable por las desmedidas ganas de empatar de todos en el campo y el banquillo. Sin margen para fallar por sus propios errores, al Deportivo le quedan nada más, y nada menos, que diez jornadas para una nueva remontada.