Principio de acuerdo para que Imanol Idiakez sea el nuevo entrenador del Deportivo

El Deportivo está a un paso de cerrar por fin el círculo en torno a la contratación de su nuevo entrenador. Imanol Idiakez será el técnico del conjunto blanquiazul para la próxima temporada. El vasco (San Sebastián, 1972) es el hermano mayor de Íñigo, delantero que había jugado una década en Primera con la Real Sociedad, el Oviedo y el Rayo. El club y el técnico llegaron a un principio de acuerdo y apalabraron ya las condiciones de su incorporación y las líneas maestras del proyecto para devolver al equipo a Segunda División esta temporada. 

El preparador vasco fue destituido en el Leganés en abril, en Segunda, donde había aterrizado tras ejercer como ayudante de Unai Emery en el Villarreal que conquistó la Liga Europa en el 2021 y continuó a la campaña siguiente. Anteriormente había dirigido al Zaragoza diez partidos en el inicio de la temporada 2018-2019, justo cuando Natxo González cerró su etapa en La Romareda para recalar en A Coruña, y al AEK Larnaca chipriota, donde ganó la Copa del 2018.

Su debut como entrenador en Segunda B data de la temporada 2008-2009 y resultó amargo, pues descendió al filial de la Real Sociedad, que contaba entonces con una generación en la que destacaban Javi Ros (que acaba de enfrentarse al Dépor como jugador del Badajoz y el Majadahonda), Illarramendi, Borja Viguera, Zurutuza y Agirretxe. Luego, para Idiakez llegaron el Polideportivo Ejido, el Guijuelo y el Real Unión de Irún, pero sus mejores experiencias proceden del Toledo y el Lleida. En ambos se quedó a un paso del ascenso.

En la promoción

En la campaña 2013-2014, recaló en un Toledo que acababa de subir de Tercera División, y lo llevó a la fase de ascenso a Segunda, pero cayó eliminado en los cuartos de final de las eliminatorias contra el Lleida. Algo tuvo que ver en el exfutbolista este mismo club catalán para que luego lo fichase precisamente a él para las dos siguientes temporadas. Al final de la primera en Lérida acabó en el quinto puesto, a dos puntos de la fase de ascenso. En la siguiente, tras concluir cuarto, alcanzó la final por el salto de categoría, pero cayó en la tanda de penaltis frente a un Sevilla Atlético en que ya destacaba el exdeportivista Carlos Fernández.

«Mi sensibilidad por el juego seguramente se acerca más a Guardiola, a intentar defender la pelota y, a través de ella, generar ocasiones, pero depende también a dónde vayas y los jugadores que tengas. No puedes ser un talibán. Te tienes que adaptar a lo que tengas para sacar rendimiento», declaraba en el 2018 a Noticias de Gipuzkoa poco antes de recalar en el Zaragoza.

Así, los equipos de Idiakez presumen de su buen trato de balón. Y en La Romareda la presión alta y el juego de toque desde la defensa fueron innegociables, pero los resultados no le acompañaron. Once puntos en diez jornadas, con solo dos victorias, fraguaron el peor inicio de curso del equipo maño en Segunda División y acabaron por condenar al técnico vasco al despido.

Desde un 4-3-3 o un 4-2-3-1, los sistemas que el Dépor repitió más en las dos últimas campañas, el Lleida, al que a punto estuvo de llevar a la élite, sí que había conjugado este gusto por el toque con la sobriedad defensiva. Aquel equipo dejó la portería a cero en 25 de las 38 jornadas de la liga que a punto estuvo de llevarle a Segunda. En esta misma faceta también apretó las tuercas en el Leganés, donde dirigió al exdeportivista Gaku Shibasaki la última campaña. Tras un horrible inicio de campeonato en Segunda, durante el que nada más que sumó en dos de las ocho primeras jornadas, enlazó luego once sin perder en la mejor racha del cuadro madrileño en la élite.

Para esta mejoría no dudó en voltear sus planteamientos iniciales: se blindó defensivamente con tres centrales, situó dos laterales que hacían las veces de extremos y, sin dejar de lado el juego de posesión, insistió en la necesidad de competir por encima de todas las cosas. En enero llegó a auparse a la séptima posición, a solo un suspiro de las posiciones de promoción. Y ahí se mantuvo hasta un horrible mes de marzo, en que cinco derrotas consecutivas (incluidas frente al Racing de Santander y el Ibiza, con los que luchaba por la permanencia) provocó su despido, y su recambio a ocho jornadas del final por el técnico del filial.

Antes de colgar las botas

Como futbolista, Imanol Idiakez nunca alcanzó el rendimiento de su hermano Íñigo. Este fue un avispado delantero, autor de 33 goles en ocho temporadas con la Real Sociedad en Primera, y 9 más luego en Segunda desde las filas del Oviedo y el Rayo, antes de dar el salto al fútbol inglés. También ha dado el salto a los banquillos, y su estreno como primer entrenador llegó hace solo tres años en la Cultural Leonesa. Su experiencia más reciente data de la segunda categoría mexicana, donde dirigió al Cancún.

Imanol fue compañero de generación de Aranzábal, De Pedro, los porteros Alberto y Yubero, Pikabea, Jon Bakero (hermano del exbarcelonista José Mari), Unai Emery... Sin poder dar el salto que dieron otros hacia la élite, el nuevo entrenador del Dépor emprendió su carrera como futbolista fuera de San Sebastián en las filas del Beasain, el Avilés, el Burgos, el Linares, el Girona o el Reus, entre otros. Su única experiencia en la élite procede de su ascenso a Segunda con el Ciudad de Murcia, donde su entrenador era Juanma Lillo. «Es el entrenador de los que he tenido que más sabe del juego, el que más me ha enseñado, con el que más he aprendido. Estuve poco con él, pero me abrió una nueva forma de entender el entrenamiento y el juego. Fueron meses muy buenos», confesaba en una entrevista en la que contaba que Guardiola había acudido a entrenar con ellos tras su etapa en el Calcio.

Cuerpo técnico

En su reciente paso por el Leganés, Imanol Idiakez contó con un extenso cuerpo técnico. A su habitual ayudante Mario Gibanel se unieron Ander Murillo como entrenador auxiliar, el preparador físico Juan Piñero y el exfutbolista Juanjo Valencia como preparador de porteros. Murillo y Valencia militaron en el Athletic de Bilbao. Gibanel acompaña a Imanol Idiakez desde la etapa de este en el Lleida, y juntos también dirigieron al AEK Larnaca y el Zaragoza. Gibanel, oscense, jugó al fútbol en el Levante, el Terrasa y el Ciudad de Murcia. Como curiosidad, este también ejerció de segundo de Íñigo Idiakez, hermano de Imanol, en su etapa en la Cultural Leonesa.