David Mella defiende su plaza en el Deportivo en Balaídos

El punto de partida ha variado, pero aún circula en modo avión David Mella. Lo hace incluso más ligero y sobrado de recursos que cuando partía desde una orilla que él consideraba suya. Vino Imanol Idiakez a sacarle del error, demostrándole que la plaza donde jugó su primer partido completo al servicio del Dépor no era la idónea para su multitud de recursos. Desde aquel encuentro de primera vuelta frente al Celta Fortuna, con el de Teo afincado en la izquierda, aprovechando la ausencia de su colega Yeremay, el equipo y su chico de oro han ganado vuelo.

Impulsados ambos por un encuentro en casa con el líder en el que el conjunto blanquiazul lució su mejor versión de esta irregular campaña y el chaval al que queda grande (por número) y pequeño (por el salto merecido) ese dorsal 27 se hizo fuerte en la otra orilla. «A veces les metemos a los chicos una ideas en la cabeza que les confunden —lamentaba el míster a golpe de viernes—. ¿Por qué Mella no puede jugar en la derecha? ¿Por qué limitamos a los futbolistas? Van optando por las posiciones donde se sienten más seguros, y entiendo que a un jugador de 30 años le cueste cambiarla, pero un chico de 19, con la capacidad de desborde de David, un zurdo que no tiene mala pierna derecha... Limitarlo habría sido un error importante».

Así que ahora, esa bala menuda que heredó la velocidad de una jugadora de baloncesto, amenaza a pierna cambiada al filial celeste, con el que tiene cuentas pendientes. Querrá saldarlas sobre un césped de Balaídos convertido en topera (21 horas, TVG2 y FEF TV), refrendando que los agujeros entre la hierba no frenan sus carreras, por si no bastó la prueba ofrecida en Espiñedo. Allí alteró el encuentro desde el banquillo, mientras que en Vigo busca enlazar dos titularidades por primera vez desde que pisó el primer equipo. Idiakez dio por seguro su concurso —«Después de ver su rendimiento de la semana pasada, tengo claro que va a jugar»—, aunque evitó certificar que saltará al campo desde el inicio.

Tampoco le asignó un punto de partida definitivo: «Me gusta más donde haga mejor al equipo. Me parece una gran noticia tener a alguien especialista en algo tan difícil en el fútbol como el encarar, el desborde, el eliminar rivales, y que pueda actuar en los dos perfiles». Se ha quedado sin lado malo el de Teo mientras persigue el ascenso personal y colectivo.

Carrera con beneficiosos efectos secundarios, como el de limpiar de marcas el carril central, donde esta noche podría volver a instalarse una doble punta. Funcionó la fórmula frente a la Ponferradina, y el entrenador de los coruñeses admitió en sala de prensa que libera a Lucas Pérez, hombre clave del esquema: «Desde que vine, la idea era que trabajase con otro delantero cerca. Está en un buen momento, las últimas semanas le han venido muy bien y estoy convencidísimo de que su segunda vuelta va a ser como la del equipo; muy buena».

El tramo arrancó en alto hace siete días y le llega la prueba del algodón, que el técnico blanquiazul pasará sin un Paris Adot a quien el viernes asignó entre risas el papel de míster Proper. Ausencia más llamativa de una convocatoria en la que tampoco figuran los lesionados Berto Cayarga y Alberto Retuerta. Ni Iano Simao, quien podrá reforzar al filial en el que probablemente será su último servicio. Entra, ya en condiciones de tener minutos, Pablo Martínez, superados los plazos que establece el protocolo médico tras el golpe que recibió frente a la Cultu. También Mikel Balenziaga y un par de jugadores adscritos al Fabril: Rubén López y Mella, que vende cara su nueva plaza.

Alineaciones probables

Celta Fortuna: César Fernández; Javi Rueda, Javi Rodríguez, Yoel Lago, Javi Domínguez, Tincho Conde; Damián Rodríguez, Miguel Román; Raúl Blanco, Pablo Durán, Alfon.

Deportivo: Parreño; Ximo, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Balenziaga; José Ángel, Villares; Mella, Lucas, Yeremay; Davo.

Nuevo desplazamiento masivo en un duelo de alto riesgo

El Celta envió al Deportivo medio millar de entradas destinadas a los aficionados coruñeses que quisieran asistir en Balaídos al encuentro de este domingo. Se agotaron enseguida. Ni siquiera el llamativo cambio horario, que retrasó el arranque del duelo a las 21 horas, afectó al interés de una hinchada presente en cuanto campo ha jugado su equipo. Este domingo volverá a protagonizar un desplazamiento masivo, como el que se dio en Lugo, Salamanca, Ponferrada, O Carballiño o León, a lo largo de la primera vuelta del campeonato.

En esta ocasión, será en medio de fuertes medidas de seguridad, vinculadas a la condición de alto riesgo que la Comisión Antiviolencia ha atribuido al partido, dada la tantas veces tensa rivalidad entre vecinos.

El encuentro arrancará cinco horas después de que finalice el que el Celta y el Girona protagonizarán en el mismo escenario, dos categorías por encima. Tiempo suficiente para desalojar el estadio (no se podrá permanecer en él entre un choque y otro) y montar el dispositivo destinado a evitar incidentes.

Desde la explanada de Riazor partirán, a las 17.30, los cinco autobuses fletados por la federación de peñas blanquiazules, que distribuyó entre una treintena de las asociaciones miembro doscientas de las entradas disponibles.

Las localidades enviadas por el anfitrión no bastaron para satisfacer las demandas de papel de la afición del Dépor, que recurrió a la web del club vigués para agenciarse más papel.