La Voz de Galicia

Una viguesa se pasea por la ciudad con un coche destrozado por su ex marido

Vigo

E. V. Pita

La mujer explica a los policías locales que paran su Citroën Xsara que necesita conservar las pruebas del delito

06 Mar 2008. Actualizado a las 11:44 h.

La viguesa María del Carmen Martínez se pasea por la ciudad con un Citroën Xsara con los cristales rotos, la pintura levantada y la carrocería rayada. Los policías locales la paran para multarle pero se apiadan de su historia que ella misma relatará hoy en la tertulia televisiva de Ana Rosa Quintana.

Ella explica a los agentes que su ex marido le causa daños en su coche porque dice que el vehículo le pertenece. Ella muestra documentos que la acreditan como única conductora y que el vehículo está a nombre de la hija. «¿Para qué lo voy a arreglar si a la noche siguiente me lo vuelve a romper?», dice la víctima. Debe al taller una factura de 6.000 euros porque tuvo que cambiar en tres meses 18 ruedas que, supuestamente, le rajó su ex cónyuge. «Lo que quiero es que se haga Justicia, que pague los daños y me deje en paz», dice.

Por ello, necesita conservar intactos los desperfectos como prueba del delito hasta que el día 10 se celebre el juicio por una falta de daños del 16 de enero.

Los agentes han parado tantas veces a la conductora que ya la reconocen. «Me dejan circular por Vigo pero no puedo salir de la ciudad», afirma.

El matrimonio duró 16 años y hace tres la pareja se separó porque «me insultaba, decía que yo no valía para nada, rompió una mesa y un día me levantó la mano aunque no me pegó». El pasado 1 de noviembre, él pidió una segunda oportunidad, que ella rechazó. Al poco, comenzaron los ataques al Citroën Xsara estacionado frente a su casa.

Su ex cónyuge es taxista y durante tres meses rondó su casa por la noche. Supuestamente, destrozó el parabrisas con una piedra y rajó 18 ruedas. La mujer debe circular con la puerta trasera y las ventanillas protegidas con plásticos impermeables porque las lunas están rotas. Su ex pareja también vertió un ácido decapante para desconchar la pintura de la carrocería.

El 16 de diciembre, ella logró grabar los actos vandálicos. En un mes, entregó a la policía nacional tres cintas de vídeo en las que reconoce a su ex marido cuando raja las ruedas. «Se ve el número de su taxi», dice.

El ex cónyuge fue detenido el 21 de febrero por quebrar la orden de alejamiento y cortarle el paso con su taxi a la salida de su trabajo de auxiliar de cocina. Fue el último incidente. «Nadie me avisó de que él estaba libre. Tuve que llamar yo para preguntar si podía salir tranquila a la calle», se queja.


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