Las gamas altas tocan fondo en Vigo

Marcha atrás y cuesta arriba. Así es como se ha comportado el mercado de vehículos de lujo en la provincia de Pontevedra durante el 2008, el peor que recuerdan los concesionarios de Vigo que comercializan gamas altas.

Las cifras de ventas totales computadas por la patronal Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes) constatan un declive persistente a partir del segundo semestre del 2008, hasta acumular una caída histórica, por encima del 75% al cierre del año. Esto es así, porque se trata de un segmento con un índice de matriculaciones muy por debajo de las marcas de gran consumo. Por ejemplo, Maserati ha pasado de vender 7 unidades, en el año 2007 a tan solo 3 en el 2008; Ferrari, que tan solo ha logrado matricular 2 vehículos en la provincia en el último año, frente a la media de 6 unidades en ejercicios anteriores; o Cadillac que de 11 matriculaciones anuales ha bajado a 4 en los últimos 12 meses.

El hundimiento de las gamas altas se hace patente también en las marcas que, siendo de lujo, están ya más extendidas y su demanda es menos exclusivo. Es el caso de Lexus, que cerró el 2008 con 26 vehículos colocados en el mercado, frente a los 53 del año anterior o Jaguar que de 35 coches vendidos en el 2007 se ha quedado al cierre de diciembre en 26.

Firmas de más consumo como BMW, Audi o Mercedes también han visto caer sus ventas en la provincia en más de cien unidades por marca.

Cómo explican los concesionarios este fuerte hundimiento de las ventas en el segmento de lujo ¿Hay crisis entre las clases adineradas? ¿Acusan también los problemas de financiación? ¿Psicosis por el ahorro?

Según las fuentes consultadas, la explicación es una suma de varios factores. «No solo los ciudadanos de a pie estamos sufriendo la crisis. Los ricos tradicionales y, sobre todo, los nuevos ricos, también están encajando el golpe», afirma Sergio Iglesias, comercial de un concesionario especializado en gamas altas. «Los tipos de interés no permiten con tanta alegría la adquisición de coches caros y, muchos propietarios actuales no pueden pagarlos y los venden», aclara.

A esta situación hay que sumar otros elementos, como explica Jose Ramón de Vicente, también comercial del sector. «También hay que pagar impuestos, la gasolina, seguros a todo riesgo, plaza de garaje, intervalos de mantenimiento, neumáticos caros, reparaciones? Todo suma, y la crisis es para todos», afirma el experto.

Los comerciales aseguran que la crisis financiera internacional ha puesto en evidencia la dificultad que tienen ahora los dueños de estos coches para afrontar su elevado consumo, pagar el seguro a todo riesgo o hacer frente a impuestos más elevados por ser más contaminantes.

Pero el frenazo económico no solo ha afectado a los particulares, sino también a las empresas que, ante el grave problema de liquidez que sufren, están desviando la demanda de vehículos para sus altos directivos y mandos intermedios hacia modelos de segmentos altos, pero más económicos, aseguran los expertos.