La Voz de Galicia

Pólvora

Vigo

Eduardo Rolland

23 May 2014. Actualizado a las 12:02 h.

Navalia siempre fue como la procesión del Cristo: cada año se multiplica. En la cita religiosa, fue un asombro cuando aparecieron los primeros titulares contabilizando los 100.000 fieles. Pero últimamente he llegado a leer, que no a ver, hasta 300.000 participantes. Lo cual es imposible, no porque los vigueses no sean muy fervorosos, sino porque no caben.

A Navalia le pasa un poco lo mismo, que tuvo una época hiperbólica, tendente a la exageración. Se trata de una feria que, hay que decirlo, está magníficamente organizada. Que es un gran escaparate de Vigo ante el mundo. Y que resulta muy necesaria para lucir músculo industrial y, tal vez, para cerrar acuerdos.

Lo malo es que se exageraba hasta el escándalo en las cifras finales. Supongo que por presiones políticas para no escatimar pólvora en cohetes. En la clausura de la edición de 2010, el directivo de Barreras llamado Viñas, ya destituido, proclamó que se habían cerrado contratos por valor de 7.000 millones, de ellos 3.500 directamente en la feria. En tres días, vamos.

Este despiporre, por supuesto, no se reflejó nunca en las gradas de los astilleros. Siguieron vacíos, y no solo por el tax lease. También por la dudosa gestión de personajes como el cesado ya mencionado.

Ahora, en la edición recién rematada, parece que vuelve la cordura. Se estima un negocio de 350 millones de euros. Lo que, dicho en floteles, da para uno y un par de chalanas. Desde luego, no es la gloria. Pero no está mal.

Aunque no se nos escapa que una cifra a la baja beneficia al presidente Alberto Núñez Feijoo, a quien así le lucen más sus acuerdos con Pemex.

En cualquier caso, es de celebrar que desaparezcan las cifras delirantes de los viejos tiempos en que algunos tiraban con pólvora del rey mientras llevaban su empresa a las piedras.

eduardorolland@hotmail.com


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