Príncipe le recuerda a Caballero que el jardín de Ifer se abrió dos años después de dejar la alcaldía

El exalcalde de Vigo Carlos Príncipe replicó ayer a Abel Caballero asegurando que tanto las obras de los jardines de la urbanización Ifer, inmueble en el que se ubica el Club Financiero, como los pisos de Rosalía de Castro de propiedad municipal no pudieron ser registrados a nombre del Concello al no estar concluidos en el momento en el que dejó la alcaldía en mayo de 1995.

Príncipe responde así a la alusión que le hizo el viernes el actual regidor por no haber inscrito a nombre del Ayuntamiento en el Registro de la Propiedad tanto la dotación pública como las 40 viviendas. «Todo el mundo sabe que ese trámite no se puede hacer hasta que se concluyen las obras, y en el caso de las viviendas cuando se otorga licencia de primera ocupación», reitera Príncipe, quien señala que fue bajo su mandato cuando se propició la apertura del espacio público ante la sede del Club Financiero y la urbanización del mayor tramo de la calle Rosalía de Castro con la compensación al Concello de las viviendas que ahora subasta Caballero.

«La misma placa de inauguración del Club Financiero da cuenta de la apertura de la urbanización en 1997, dos años después de que yo dejara de ser alcalde, y los pisos de Rosalía se concluyeron en el 98, por lo que difícilmente se hubieran podido escriturar en mi mandato», añade el exalcalde.

Nervios

Para Príncipe el actual alcalde «está muy nervioso y los vigueses, más tarde o más temprano dirán que Caballero miente permanentemente». El exalcalde recuerda además que el regidor lleva siete años en el cargo y no registró en ese tiempo ambos bienes. «Yo creé patrimonio de suelo público en la ciudad y viviendas y él las vende al mejor postor y no ha dado a Vigo nuevos jardines», manifiesta Carlos Príncipe censurando la venta de los pisos de la calle Rosalía en lugar de darle un uso social en la actual situación de crisis.

«Que se tranquilice, se informe bien y deje de mentir» espeta el exalcalde a su compañero de partido, aunque notablemente distanciados desde hace años.