La noche de pasión de María Valverde en un bar de Churruca

Suena en Churruca Aerolineas Federales. María Valverde se contonea y sonríe. Frente a ella, un guapo moreno que destila amor. Así que en tres, dos, uno... la pasión los envuelve y acaban teniendo un amoroso encuentro en las escaleras de un bar de Vigo. Las imágenes no dejan lugar a dudas.

Pero todos tranquilos, no son las fotografías del último escándalo amoroso de la ex del coruñés Mario Casas, si no las de la serie que la actriz ha rodado en Vigo para Telecinco.

El segundo capítulo de la ficción viajó hasta el Vigo de los años 90 esta semana. La reconversión naval y los efectos en Vulcano, el tiempo, los años de la movida y en incluso una zona de Churruca adelantada a su tiempo fueron las pinceladas viguesas de la ficción, protagonizada por María Valverde, Alvaro Cervantes y Antonio Velázquez. Precisamente este último arranca el capítulo trabajando en el astillero de Teis. Panorámicas a la ciudad, sus fachada pesquera o las Cíes son algunos de los destellos de la ciudad que se pudieron ver por televisión. Incluso un pequeño guiño al Celta, sobre el que charlan los trabajadores, aparece incluido en la trama.

En medio de las peleas y los enfrentamientos policiales de la reconversión, pueden verse escenarios como la zona de Beiramar. Aunque en realidad Vigo se escucha más de lo que se ve. Alusiones al clima o a la droga en Galicia son otros de los apuntes. «Pensaba que a los de aquí os gustaba esta mierda de clima», ironiza uno de los protagonistas al hablar de la lluvia. «Mi tierra Galicia, la mejor farlopa», apunta uno actor de reparto cuando María Valverde anuncia que irá de viaje.

Y así, entre tópico y tópico, la popular actriz llega a la ciudad olívica. Afronta la situación del naval en calidad de periodista, aunque lo cierto es que el viaje se convierte en una cita apasionada en un local de Churruca. En realidad, en «Hermanos», obvian que en esa época el ambiente en la zona no llevaba aún ese nombre, pero parece que a los protagonistas les da igual a la hora de desatar su amor.

Los interiores del astillero o los bares son irreconocibles así que podrían pertener a platós. Pero los viguese se pueden quedar con el consuelo de haber visto la fachada costera de su ciudad abriendo la serie.