Povisa elimina el papel de las autorizaciones para pruebas

El Hospital Povisa ha implantado la firma en una tableta para los consentimientos informados. Cuando a un paciente le van a hacer una prueba, el médico le enseña en la pantalla del ordenador el texto que explica los riesgos y las alternativas o bien se lo imprime, pero lo firma en una tableta similar a las que se utilizan para las firmas de las tarjetas de crédito.

«No conocemos más casos en España de consentimientos informados con firma biométrica», dice el director de Planificación y Sistemas, Andrés Marcuño. El directivo enmarca el cambio dentro del plan de eliminación del papel en todo el hospital. «No tenía lógica tener la historia clínica electrónica, pero tener en papel los consentimientos», dice.

Pero no fue tan fácil. El hospital tuvo que certificar que la firma biométrica tiene la misma validez que la firma convencional. Y que, al ser electrónicos los documentos y aportar datos electrónicos, toda la información quedase encriptada.

Empezó a trabajar en una solución técnica en enero del 2014. Solo un año y medio después pudo poner en marcha la implantación, una vez que se certificó la validez jurídica del sistema. Este recoge, además de los datos -incluyendo la posibilidad de revocar el consentimiento- parámetros caligráficos como la presión o la velocidad del trazo, la ubicación y la hora.

Además, el sistema no da opción a no pedir el consentimiento, ya que este aparece por defecto en la pantalla cuando se solicita una prueba. De momento se aplica en la zona ambulatoria. El próximo mes empieza en hospitalización y urgencias, gracias a las pantallas de las camas.

Marcuño dice que una de las ventajas es que convierte en imposible que el papel del consentimiento informado se pierda. Es algo útil incluso para la defensa jurídica del hospital. Cada día se están firmando unos 300.