La Voz de Galicia

Declaran en Tui padres de las víctimas de la secta de los miguelianos

Vigo

E. V. Pita Tui

«Hay pruebas suficientes», dice la abogada. Hay entre 11 y 14 imputados por supuestos delitos de abusos sexuales, blanqueo de capitales, asociación ilícita y contra la Hacienda Pública

06 Apr 2016. Actualizado a las 01:09 h.

Un padre y una madre de seguidoras de la «secta» de los miguelianos abrieron el martes la ronda de declaraciones de los 21 perjudicados ante la jueza de primera instancia e instrucción número 1 de Tui. Cada familiar testificó durante dos horas ante la magistrada para contar sus «vivencias» y dar su versión de lo ocurrido. Relataron su lucha por localizar y rescatar a su hija de la casa madre de Oia, donde habría sido captada por el líder de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, Feliciano Miguel Rosendo, ahora en prisión provisional.

El padre, Joaquín García, a la salida de su declaración, agradeció la ayuda de los medios de comunicación para destapar los abusos pero prefirió guardar silencio y no se detuvo ante las cámaras. A la misma hora, su hija negaba por televisión que su líder la sometiese a abusos o que ella estuviese «abducida».

Padre de una de las víctimasÓscar Vázquez

En su día, García, reunido con otros familiares, contó la dificultad para contactar con sus hijas, metidas a monjas de una orden que calificaron de «secta destructiva». Contaron que una chica que pasó dos años apartada de la orden migueliana «solo piensa en el demonio y ve el pecado por todas partes». Hace un año, García señaló que su prioridad era que las jóvenes que estuviesen bajo control del líder regresasen a sus casas o ejerciesen su vocación religiosa con normalidad dentro de los cauces establecidos por la Iglesia porque querían que sus descendientes pudiesen elegir su futuro sin presiones, condicionamientos o captaciones. Entonces, abogaron por disolver la orden. Actualmente, su hija sigue su vocación religiosa en un asilo.

Su hija niega abusos

A la misma hora, su hija Lorena hablaba para el programa Espejo Público de Antena 3 para asegurar que su padre había dicho «barbaridades» sobre el líder de la congregación. «Mi gran dolor es que mis padres no me creyeron, oír las barbaridades que dijeron sobre nosotros me causó un dolor inmenso, los rumores envenenaron a mi padre que piensa que estoy abducida, no aceptó mi educación y tenía celos de Miguel porque me ayudó a enderezar mi vida. No me ha tocado nunca ni abusado, él es inocente, no he visto ninguna de las atrocidades que dicen», aseguró.

La testigo que acudió en segundo lugar a declarar también guardó silencio ante la prensa y ocultó su rostro con un sombrero y gafas. «Quieren preservar su identidad, llevarlo de la manera más discreta posible y sobre todo de cara a los hijos e hijas que tienen muchas cosas que hablar con ellos y temas muy personales e íntimos que no quieren que salgan a la luz», explicó la letrada de los familiares, Ana Reguera.

La abogada negó un muro de silencio de la familia entorno al asunto. «Antes de que estuviese judicializada la causa, había una desesperación por parte de los familias de encontrar a sus hijas. Ahora, no queremos entrar en un debate de televisiones ni que unos contesten y las hijas repliquen. Queremos llevarlo en la intimidad, lo tienen que hablar personalmente ellos», dijo.

La letrada explicó que las víctimas se hallan en «un estado delicado porque hay una serie de hechos delictivos que han afectado a una serie de chicas». Considera que hay «sí que hay pruebas suficientes» para condenar a los imputados, «entre 11 y 14 personas». «No solo queremos reparar el daño moral sino que, en caso de que se hayan cometido unos ilícitos penales, acusarlos en base a ellos», dijo. La investigación provisional incluye los delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y posibles abusos y agresiones sexuales.

«Las víctimas se encuentran en un estado delicado, una serie de chicas están afectadas»


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