La Xunta pone coto al exceso de turistas en las islas Cíes

La hoja de ruta para salvaguardar el único parque nacional de Galicia se encamina hacia su aprobación definitiva. La Consellería de Medio Ambiente presentó hoy en Madrid el plan rector de usos y gestión de las Islas Atlánticas, que aspiran a ser declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco. El documento de la Xunta, que fija lo que se puede o no hacer en los archipiélagos de las Rías Baixas, pone coto al turismo en las Cíes al establecer un máximo de 2.000 visitantes al día en temporada alta, 1.800 en el transporte regular y otros 200 más siempre que sea en grupos organizados, y 600 campistas. Hasta ahora se permitían 2.200 visitantes y 800 campistas. También se establece por primera vez un cupo para Ons de 1.300 personas al día, 200 más si van en grupo y se limitará la zona de acampada a 300 plazas. En cuanto a Sálvora y Cortegada, se seguirán permitiendo las mismas 250 personas al día que en la actualidad.

El tijeretazo de las Cíes es menor de lo que pretendían los grupos ecologistas y mayor de lo que le gustaría a las empresas que ven en las islas un filón turístico. Todavía está pendiente un proceso judicial tras la denuncia presentada contra las navieras que fueron cazadas llevando exceso de turistas en los barcos en el verano del 2017. A raíz del escándalo se ha establecido un nuevo sistema de venta de billetes, que obliga a pedir una autorización previa a la Xunta y a registrarse.

El plan rector de las Islas Atlánticas ha recibido el visto bueno del Consejo de la Red de Parques Nacionales. La conselleira  Ángeles Vázquez, lo presentó en la reunión presidida por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y explicó que este viernes irá al Consello Galego de Medio Ambiente como paso previo a su aprobación en Consello de la Xunta antes de que acabe el año. "É froito do consenso e do traballo coordinado cos diferentes sectores e actores, que puideron expresar as súas demandas e que se tiveron en conta”, argumentó Vázquez.

Otra novedad que aporta el plan rector es la nueva zonificación del parque nacional, que tiene en cuenta la regulación de sus aprovechamientos pesqueros y marisqueros (hay que tener en cuenta que, de la superficie total del parque nacional, 1.194,8 hectáreas son terrestres y 7.285, marinas). Aquí también se han producido importantes concesiones a la flota pesquera, que se movilizó contra un primer borrador en el que se prohibía faenar en muchas zonas. El nuevo documento permite mantener la actividad del sector con un código de buenas prácticas. Al mismo tiempo, también se impulsará una marca de calidad con el sello de Illas Atlánticas. El grupo del plan se centra en la conservación de la biodiversidad y el paisaje, a investigación, además de establecer un plan de emergencias. La previsión es invertir cada año en las islas unos 2,6 millones de euros. La conselleira de Medio Ambiente agradeció la colaboración y participación da todos los agentes implicados en el proceso.

El plan rector acumula más de una década y media de retraso. Desde que se creó el parque nacional estaba pendiente la elaboración de ese documento imprescindible para un espacio natural sensible y que, por ley, debería gozar de la mayor protección posible. Las islas sufrieron, como toda la costa gallega, la catástrofe del Prestige y ya entonces se puso de manifiesto la necesidad de poner negro sobre blanco las condiciones para regular el parque nacional, incluyendo las sanciones a aquellos que lo degraden por acción u omisión.