El Camino portugués va como un tiro: ya mueve la mitad de peregrinos que el francés

El Camino portugués tradicional y el Camino portugués por la costa van disparados. Como un verdadero tiro. Del 1 de enero al 31 de octubre han pulverizado todos los récords y previsiones con 91.917 peregrinos, más de los que se esperaban para final de año. Las rutas jacobeas que pasan por Tui y A Guarda acaparan ya el 27,3 % de todo el tránsito a Santiago. El crecimiento es tan espectacular que mueven ya algo más de la mitad de los peregrinos del Camino francés, que acumula algo más de 183.000.

Hay varias claves que explican el fenómeno. Por un lado, está la facilidad que existe para llegar a Oporto en contraposición con la dificultad que representa iniciar la andadura en Roncesvalles. Por otro, que hasta ahora no existía apenas promoción de las vías portuguesas. En el país vecinos ha supuesto un bum, con inversiones de prácticamente todos los ayuntamientos por los que pasa y modernización de infraestructuras, y la Xunta de Galicia y la Diputación de Pontevedra han empezado a hacer campañas específicas en los últimos años.

Además está el caso de la ruta por la costa, que merece un capítulo aparte. El Gobierno gallego la oficializó en el 2016 y desde entonces no para de crecer. Aquel año la eligieron 2.600 personas. En lo que llevamos de 2019 ya han pasado por ella 21.744. «Es el que más sube porque gusta mucho, y eso que mucha gente todavía no ha descubierto las espectaculares puestas de sol que hay por las tardes», afirma Celestino Lores, presidente de la Asociación de Amigos del Camino Portugués. Y los datos podrían ser mucho más positivos porque Vigo todavía no se ha implicado en su creciente importancia turística y sigue sin señalizar el paso del Camino. Muchos peregrinos siguen perdiéndose a diario cuando entran en el casco urbano. La ciudad contará para el Año Santo del 2021 con su primer albergue oficial en los soportales de O Berbés, donde han comenzado las obras de rehabilitación de un solar comprado por el Consorcio Casco Vello financiadas por la Consellería de Cultura.

La evolución del Camino portugués tradicional también es tremenda. Hace una década eran menos de 12.000 los peregrinos que lo elegían y en este año ya van 70.173. «La verdad es que tengo miedo. Vamos a ver si somos capaces de dar cambia a tanta gente de cara al Xacobeo, porque hay que dar una buena hospitalidad», apunta Lores.

Hace solo tres años, había 40 albergues desde que se cruzaba el río Miño hasta antes de cruzar las puertas de la capital compostelana. Hoy se contabilizan 61. Al abrigo de las riadas de peregrinos, sobre todo en verano, han crecido los hospedajes privados. O Val Miñor es un buen ejemplo de iniciativas empresariales.

Pero las cifras son buenas más allá del verano. Ayer mismo, el albergue público de Pontevedra estaba al 60 %, «una barbaridad para esta época del año».