Los nuevos dueños de Povisa anuncian inversiones en el hospital y cambiarán todas las habitaciones
Vigo
«Tenemos vocación de permanencia», dice el consejero delegado de Ribera Salud, que llega con cuatro millones para obras y equipamiento; respetará el concierto vigente sin plantear cambios y no quiere hablar del nuevo hasta que venza el actual, en el 2024
14 Jan 2020. Actualizado a las 13:11 h.
El Grupo Ribera Salud ha querido demostrar este martes que ha llegado a Galicia para quedarse. Los nuevos propietarios de Povisa, el hospital privado más grande de la comunidad, han anunciado inversiones en el centro sanitario vigués, dentro de una estrategia expansiva. El consejero delegado, Alberto de Rosa, ha asegurado que a lo largo de este año se invertirán cuatro millones de euros en el centro. No ha querido concretar en qué, pero sí ha anunciado que continuará con la reforma de las urgencias, que se cambiará el vestíbulo, que se renovará una parte del equipamiento tecnológico (todavía por detallar) y que se modificarán las habitaciones de todo el hospital.
De hecho, la próxima semana se presentará una habitación piloto y el consejero delegado confía en que a lo largo de este año se podrán cambiar todos los cuartos de dos de las cuatro plantas de hospitalización. Las otras dos vendrán el año siguiente. A falta de conocer cómo serán, desde Ribera apuntan que en los hospitales del grupo las habitaciones tienen una cama para los acompañantes y que son individuales. Ahora la mayoría en Povisa son dobles, pero De Rosa ha asegurado que «no cambiará el número de camas» del hospital.
«Tenemos vocación de largo plazo, de permanencia», ha asegurado Alberto de Rosa en su primera comparecencia pública desde la adquisición del hospital. La venta de Povisa se fraguó a principios de octubre, como adelantó entonces La Voz, y se hizo efectiva el 3 de diciembre. Desde entonces, el grupo valenciano ha tomado el control del hospital. Ha mantenido a toda la dirección que tenía antes el Grupo Nosa Terra, de la familia Silveira, incluido al anterior consejero delegado, José Bernardo Silveira, que ahora es director general del hospital y que ha comparecido junto a Alberto de Rosa.
Ribera Salud pertenece a un gigante de la sanidad estadounidense, la aseguradora Centene, que es la empresa número 51 de Estados Unidos por volumen de negocio. Fuentes de Povisa aseguran que los americanos ya han visitado el hospital, si bien lo hicieron después de la compra, en la que Ribera ha actuado con autonomía. Los valencianos llegaron a Povisa y los primeros días lanzaron ya un mensaje, cuando hicieron fijas a 71 personas con contratos temporales. El consejero delegado ha reconocido que fue un gesto de reconocimiento al trabajo, pero también para demostrar que el grupo cuenta con todos los profesionales.
También ha anunciado que se incrementará la cartera de servicios del hospital, es decir, las prestaciones que ofrece. Así que Ribera quiere invertir en Povisa, hacer que el hospital crezca en tecnología y servicios, y contar con todos los profesionales. ¿Cómo se hace todo eso si la anterior dirección venía declarando pérdidas en los últimos cuatro años? «Milagros no sabemos hacer, de momento», ha respondido De Rosa. Pero ha matizado que la nueva pertenencia del hospital vigués a un grupo grande le permitirá aprovecharse de las sinergias y economías de escala; y que, además, el grupo está especializado en la atención sanitaria. De modo que confía en dar la vuelta a la delicada situación financiera.
El concierto
Tendrá que hacerlo sabiendo que en este momento los ingresos que el hospital percibe por el concierto con el Sergas son el 77 % de su facturación total. Ese dato es del 2018. Pero a esto se añade que desde enero del 2019, a raíz del preconcurso de acreedores que presentó el hospital, se modificó el concierto para que Povisa cobre menos del Sergas, a cambio de que el organismo sanitario absorba parte de sus gastos. Por tanto, los ingresos no van a aumentar. El margen de crecimiento está en captar más pacientes de aseguradoras o bien en mejorar el concierto.
Gracias al contrato con el Sergas, Povisa es el hospital de referencia para un máximo de 139.000 personas del área de Vigo (actualmente, son unas 135.000) y el Sergas le paga una tasa anual por cada una de ellas. El consejero delegado de Ribera Salud no ha querido entrar en qué concierto plantearán al Sergas cuando venza el actual, algo que sucederá en septiembre del 2022, aunque tiene dos años más de prórroga. Pero hay que tener en cuenta el contexto del nuevo propietario de Povisa. Ribera nació en Valencia en los noventa y en aquella comunidad logró conciertos sustancialmente diferentes al de Galicia, puesto que allí tenía a su cargo hospitales y también centros de salud. Se ocupan de todo un sector de población. El directivo no ha querido moverse de una afirmación genérica: «Está claro que hay que trabajar con la atención primaria», sin explicitar si pedirán al Gobierno gallego que los centros de salud formen parte del período del concierto. Hay hospitales que este conglomerado sanitario se ha adjudicado sin centros de salud. Pero su apuesta siempre ha sido la sanidad integral.
Eso sí, el concierto es un fantasma que de momento en Ribera prefieren alejar. Desde que en el 2010 venció el anterior, Povisa y el Sergas tardaron cuatro años en renovarlo. Todo lo que tiene que ver con el concierto genera una gran controversia. Por eso, Alberto de Rosa ha lanzado un mensaje de paz dirigido al Sergas: «Somos respetuosos con las decisiones de los gobiernos», ha insistido en varias ocasiones. Y «estamos a disponsición de la Xunta». Al mismo tiempo, el directivo valenciano ha querido dejar claro que todavía quedan años para esa negociación y que este es el momento de ganarse la confianza de los profesionales y la ciudadanía. «Nuestra aspiración es que todos los ciudadanos del área de Vigo quieran venir a Povisa», ha remarcado.
Sin cambios de nombre
Povisa no cambiará de nombre a pesar de que la propiedad sea nueva. Sí se modificará el consejo de administración. En el momento de la compra se cesó a todo el consejo anterior y la próxima semana se celebra una junta de accionistas de la cual saldrá un nuevo gobierno corporativo. Ribera tiene el 93 % de la propiedad y el resto está en manos de pequeños accionistas, muchos de ellos profesionales del centro sanitario. El consejero delegado ha deslizado que es posible que se opte por no tener un consejo de administración, sino otra estructura «más ágil». También ha querido mostrar la disposición del grupo a invertir en nuevas compras en Galicia y en España, aunque ha aclarado que «no estamos viendo nada».
Ahora es el momento de que el grupo le ponga la letra pequeña a su estrategia. Sus gestores están diseñando un plan para cada servicio, con inversiones y cambios asistenciales. Es un plan que pilota la directora de operaciones de Ribera Salud, Elisa Tarazona, que también ha comparecido esta mañana en Povisa, así como la gerente, María Luisa Brandt, ya nombrada por la anterior propiedad. Tarazona ha explicado que ya ha mantenido reuniones con todos los servicios, que se están priorizando las actuaciones en cada uno y que se hará un plan de futuro.
«Los ciudadanos de Vigo pueden estar muy orgullosos de este hospital», ha dicho Alberto de Rosa.