Bomberos y policías van a la guerra

La puesta en escena de ayer implicó días de negociación. Bomberos y policías locales, a través de sus sindicatos, comulgaban con la necesidad de presentarse juntos ante la opinión pública. Se trataba de recordar que el clima laboral en su concejalía, la de Seguridad Ciudadana, es insostenible y precario. También «esclavista», según una sentencia, ya firme. Otra más de la sucesión de fallos conocidos este año contra la política laboral aplicada en dicha concejalía, ahora en manos de Elena Espinosa, y hasta hace poco dirigida por Carlos López Font. Pero la maraña de siglas sindicales no llegó a ese acuerdo, ni tan siquiera para mostrar unidad. Todo indica que los pulsos internos entre sindicatos lo evitaron. De ahí que, ya el jueves, decidieran posar separados. Eso sí, a la misma hora (11.00 horas) y a escasos metros. Todos a las puertas del Concello de Vigo. A mayores, tras hacerse públicas el jueves, las convocatorias de policías y bomberos, surgió la agenda del alcalde, Abel Caballero, convocando a la misma hora.

Dio igual, la enésima denuncia de precariedad laboral en ambos departamentos uniformados se oyó alto y claro. La representación de bomberos corrió a cargo de ese binomio que forman la CIG y la CUT, promotores del carrusel de denuncias que acabaron en sentencias sonrojantes contra el «Ayuntamiento». A mayores, ayer, le acompañaba CC.OO. El discurso aportaba cuestiones nuevas y, de confirmarse, graves. Denuncian oposiciones amañadas para favorecer a candidatos muy concretos. Rechazan que las bases del concurso-oposición conlleven que las plazas para promoción interna parezcan «orientadas a un número reducido de funcionarios municipales», expuso el portavoz de la CIG, Miguel Uclés. De ahí, concluyen, ese proceso de plazas de promoción libre apunta a una oferta «presuntamente corrupta. No se puede poner nombre a las plazas», en referencia concreta a un opositor.

El hecho de que el Ayuntamiento siga aplicando el decreto «esclavista» (obliga a trabajar a bomberos en días libres), pese a los tres meses transcurridos desde que salió la sentencia firme, supuso la otra gran reivindicación. Exigen la ejecución de la sentencia que declara ilegal dicho decreto y recuerdan que de los 150 bomberos que tendía que haber en Vigo, solo hay 100.

Más reivindicaciones

La otra comparecencia contó con más presencia de la Policía Local y estuvo precedida de la firma de un manifiesto, por parte de la CIG, Casipol, CC.OO., CUT y UGT, exigiendo la dimisión inmediata del jefe de Seguridad Ciudadana, Antonio Vivero, cargo de libre designación. De esta petición se abstuvieron de sumarse los sindicatos SICO y SPMME, que reclaman, a mayores, exigir el cese del jefe de la Policía Local, Francisco Martínez, y de la concejala, Elena Espinosa. Consideran que reclamar solo el cese de Vivero se queda corto. Aún así, la comparecencia de ayer, estuvo cargada de argumentos:

«Cuando un juzgado, más allá del contenido de la sentencia, está diciendo que no se han hecho las cosas bien, tiene que haber responsables. No puede ser que un cargo público, institucional, te ampare para cometer errores de manera sistemática sin ninguna responsabilidad», señaló el portavoz de los críticos, Pergentino Martínez, que añadió otras expresiones para referirse al Gobierno local: «Desprecio por el diálogo social»; «constantes vulneraciones de los derechos de los trabajadores»; o «permanentes muestras de falta de la más mínima diligencia profesional» que obligan a los sindicatos a acudir constantemente a los juzgados.