La Voz de Galicia

Rafael Cabadas, nuevo gerente de Povisa: «Somos sanidad pública»

Vigo

Ángel Paniagua Vigo / la voz Nuevo Gerente del hospital ribera povisa

Aspira a que el mayor hospital privado gallego sume y aporte soluciones: «Somos necesarios»

08 Jun 2021. Actualizado a las 02:07 h.

«Volveré a la anestesia», se despide Rafael Cabadas (Mondariz, 53 años), no se sabe si como promesa o como conjuro. Con la llegada de Ribera Salud a Povisa, este médico dejó la jefatura de servicio y saltó al despacho de director asistencial, pero cuando tenía un hueco se escapaba al quirófano. Ahora acaba de estrenarse como gerente del hospital de Vigo en el que llevaba más de 20 años trabajando.

-Más allá de cambios en despachos y en el accionariado, ¿en qué nota un paciente que hay una nueva Povisa?

-Lo va a notar mucho más dentro de poco. Nosotros nos mantenemos en la misma política de seguridad y calidad. Pero ahora la mayor parte de las habitaciones son individuales y se está haciendo una gran renovación tecnológica, desde ecógrafos hasta un nuevo acelerador lineal. Además, estamos cambiando la entrada principal.

-Ha pasado año y medio desde la entrada de Ribera. ¿Cómo le gustaría que fuese Povisa dentro de otro año y medio?

-Me gustaría tener un hospital con todos los cambios estructurales, nuevo y moderno, aunque será imposible en este plazo. Me gustaría haber completado la renovación tecnológica. También haber llegado a un acuerdo con los profesionales para el convenio colectivo. Y asegurar la continuidad del hospital con un acuerdo estable centrado en los pacientes. Me gustaría un hospital que sume más de lo que ya suma ahora a Vigo.

-Para ese momento tocará renovar el concierto con el Servizo Galego de Saúde, que vence en agosto del 2022. ¿Qué planteará Povisa?

-El planteamiento no se ha hecho porque la pandemia y la pospandemia nos han paralizado. Haremos un grupo de trabajo aquí, pero coordinados con Ribera Salud en Valencia. Como grupo tenemos experiencia en la elaboración de conciertos y también la teníamos como Povisa.

-No han hablado aún.

-No. Aún no.

-Cuando se firmaron los conciertos de 1993, 1996, 2000 y 2014, el Sergas no tenía recursos suficientes en el área de Vigo. Ahora tiene el Cunqueiro, con la mayoría de habitaciones individuales; el Meixoeiro, con dos plantas cerradas casi todo el año; y ambos con los quirófanos casi parados por las tardes. El Sergas sí tiene recursos. ¿Por qué le puede compensar asignar un área de población a Povisa?

-Por varios motivos. Primero, Povisa es un recurso de esta área sanitaria, seguro y de calidad. Segundo, lo han elegido voluntariamente alrededor de 130.000 pacientes; es muy importante que las personas puedan elegir, y el Sergas ha respetado su decisión. Tercero, somos un hospital eficiente. Tenemos que dar a la población la mejor sanidad que podamos, sabiendo que los recursos no son ilimitados. Vigo y Galicia no deben prescindir, por cuestiones ideológicas, de instituciones que aportan valor. Povisa está a la altura de la Jiménez Díaz o de la Clínica Universitaria de Navarra.

-¿Povisa es necesaria?

-Sí, en esta línea, sí.

-¿Cree que la Consellería de Sanidade lo percibe así?

-Si no fuera así, la autoridad sanitaria nos exigiría más o prescindiría de nosotros. La ciudadanía puede estar tranquila: la autoridad sanitaria exige. Lo que percibo de la consellería es que ha cambiado la situación y que Povisa tiene que ser un socio leal y un colaborador necesario. Estamos llegando a ese punto.

-Al concierto actual, las direcciones de Povisa le atribuyeron haber dejado al hospital en una situación financiera delicada. ¿Cuál es la situación actual?

-Acabo de llegar a la gerencia, no le puedo dar cifras aún. Llegamos a un preconcurso de acreedores [en el 2018] y se tomaron medidas correctoras. Pero no hasta el punto de equilibrio.

-O sea, están en pérdidas.

-No estamos en el punto de equilibrio. El concierto en este momento no es aceptable. Se corrigió y agradecemos la voluntad del Sergas, pero no queremos proponer cambios hasta que se negocie el nuevo. Hay que pensar en algo que sume: que gane el ciudadano, que gane el Sergas y que ganen los trabajadores de Povisa, que llevamos diez años con el convenio colectivo congelado y perdiendo poder adquisitivo.

-Este mes los ciudadanos pueden elegir hospital. ¿Qué objetivo tienen?

-Captar el mayor número de ciudadanos que nos quieran.

-Ya, claro...

-A ver, nosotros queremos llegar a 139.000.

-¿139.000? Eso es el tope que marca el concierto.

-Sí. Nosotros somos sanidad pública. Con un modelo de gestión diferente, pero sanidad pública. Porque la sanidad pública es el derecho de los ciudadanos a la atención sanitaria asegurado por el Estado. Otra cosa es el modelo de gestión, pero Povisa es sanidad pública. Yo cuando vengo a Povisa como ciudadano no tengo que pagar. Cuando se dice que el Sergas le da 70 millones a Povisa no es cierto, la Xunta financia la atención sanitaria de los pacientes.

-Solo el 40 % de los ciudadanos del área de Vigo pueden elegir hospital: Povisa o el Chuvi. ¿Le gustaría que más gente pudiese elegir?

-Me gustaría que toda el área sanitaria pudiese elegir, por el principio de equidad. Es cierto que no es fácil y las razones que establece la autoridad sanitaria son de peso. Creo que se está trabajando bien para que esto llegue a los ciudadanos en el futuro. No se trata de dar nada a Povisa o al Cunqueiro, sino de dar un derecho a los ciudadanos.

-¿Qué del covid va a quedar en Povisa?

-El covid no ha cambiado mucho el manejo de los pacientes, muchas cosas ya se hacían antes. La teleconsulta no la hemos continuado. En este año hemos logrado mantener la actividad e incluso hacer más que el año pasado. Lo que va a arrastrar el covid es el retraso en las patologías. Muchos pacientes no han ido al médico de primaria por miedo. Vemos patologías evolucionadas que hacía años que no veíamos. Esto va a durar.

M.MORALEJO

«El paciente necesita contacto con su médico»

La teleconsulta no ha perdurado en Povisa. «El paciente necesita venir», dice Cabadas.

-Hasta ahora se pensaba en nuevos modelos de consulta como videollamadas, plataformas tecnológicas, diagnósticos con el móvil... y resulta que la medicina sigue siendo un cara a cara.

-El paciente necesita contacto con su médico, quiere estar con él y contarle sus problemas. Por eso no mantuvimos la consulta telefónica. No es lo mismo una conferencia científica que una consulta de una persona preocupada por su salud que confía en otra. La medicina es anamnesis y exploración física.

«Intentamos diagnosticar el cáncer de mama en un día»

Povisa tiene nuevos proyectos asistenciales en marcha.

-Han estrenado una unidad de mama. ¿Qué ventajas tiene?

-Lo habitual es que un médico haga una cosa y otro haga otra, pero aquí trabajan juntos. Entre todos se decide el tratamiento. Estamos haciendo un tratamiento integral, con la reconstrucción a la vez que la cirugía. Además, no solo trabajan los oncólogos, cirujanos, radiólogos y patólogos de Povisa, sino que tienen el soporte de todas las especialidades del grupo. Cuando se reúne el comité de tumores de Povisa, se une también el comité del grupo Ribera. Estamos intentando llegar al diagnóstico en el mismo día, para evitar la ansiedad de la espera.

-¿Cuándo empezará a funcionar el nuevo acelerador lineal de radioterapia?

-Dependemos del Consejo de Seguridad Nuclear. Ya hemos hecho la obra y tenemos el aparato comprado, pero incluso se necesita autorización para el traslado. Nuestros pacientes están yendo a Galaria [en el Meixoeiro].

-Ribera quiere poner en marcha un anillo radiológico. ¿Cómo va a funcionar?

-Un radiólogo, independientemente de donde esté, recibe una imagen y la informa. Povisa tiene un grandísimo servicio radiológico, dirigido por el doctor Tardáguila. Eso da mucha potencia al grupo Ribera para aprovechar su experiencia en todos hospitales.

-¿A un paciente le pueden hacer un tac en Povisa e informarlo en Torrevieja?

-Va a ser más al revés, por número de radiólogos y por nivel científico.

-¿Cómo van los proyectos para que el paciente esté más en su casa y menos en el hospital?

-Tenemos un hospital de día de crónicos que nos ha permitido reducir la estancia. Hay enfermeras que los llaman por teléfono y deciden si las citan aquí o van a su casa. Procuramos adelantarnos a la inestabilidad para que el paciente no ingrese.


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