Martín de la Puente: «Me han venido bien los Juegos de Tokio, pero los míos son París»
Vigo
Diploma en la última cita paralímpica, disputará este mes el Masters
14 Oct 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Martín de la Puente (Vigo, 1999) no para. Acaba de proclamarse campeón de España por autonomías poco después de colgarse la plata mundial por equipos. Antes de eso, se había clasificado para el Master de tenis en silla, había ganado un torneo en Sudáfrica y un diploma en los Juegos de Tokio. Con todo, repite que está convencido de que «lo mejor está por venir». Y los próximos juegos están ya en el horizonte.
-¿Cómo sabe ese título de subcampeón del mundo por equipos?
-Estoy muy feliz por cómo fue la semana en Italia, ya que no esperábamos llegar tan lejos. Es difícil mantener ese nivel para llegar a la final, pero nos lo curramos mucho, fue una semana preciosa para todo el equipo y el resultado es justo. Hicimos mucha piña, disfrutamos la convivencia y, aunque faltaban algunos jugadores importantes de algunas potencias del tenis en silla, aprovechamos para poner a España entre las mejores del mundo.
-¿Con qué expectativas iban?
-Siendo realistas y humildes, no nos veíamos llegando tan lejos, pero sí confiábamos en nosotros. Ya habíamos estado entre los siete mejores en años anteriores y queríamos dar un salto, igual entre el cuarto y el sexto puesto. Pero nos vimos en semis, ganamos a un rival durísimo como Argentina y en la final quizás nos faltó algo de suerte, experiencia y carácter para llevarlos.
-Venía de ganar en Sudáfrica y será el primer español en el Masters de tenis en silla. ¿Cómo valora todos estos éxitos?
-Han sido semanas muy felices para mí, pero creo que esto es solo el principio. Quiero seguir mejorando, creciendo y subiendo. Estoy feliz y con muchas ganas de hacer las cosas bien y seguir por este camino.
-¿Qué sensación le queda de los Juegos de Tokio 2020?
-Fueron especiales. Como siempre, me hubiera gustado haber llegado más adelante, pero era de esperar caer contra el quinto del mundo en octavos y, en dobles, con Dani (Caverzaschi), nos quedamos a las puertas de las semis y plantamos cara a los medallistas de oro. Mis juegos, realmente, creo que son los de París, pero estos me han venido bien para afrontarlos con un poco más de presión y responsabilidad que en Río, adonde simplemente iba a vivir la experiencia a full sin ningún tipo de expectativa en cuanto a resultados. Fue una buena semana.
-También serían muy diferentes a los primeros por la pandemia.
-Sí, fueron bastante raros, sobre todo porque se echaba en falta al público en los estadios. Pero lo hemos disfrutado igual, porque no dejan de ser unos juegos, una experiencia única y muy positiva.
-Decía que sus juegos son los de París. ¿Aumenta la motivación al tener que esperar tres años y no cuatro?
-Totalmente. Por un lado, están a la vuelta de la esquina, y eso es una motivación enorme, aunque también queda mucho que trabajar hasta llegar ahí. A la vez que cerca, están lejos, pero se ven la bandera francesa y la torre Eiffel en el horizonte. Vamos a ir allí a poner toda la carne en el asador a ver qué pasa. Trabajaremos para llegar lo mejor posible.
-Se le ve muy motivado con todo lo que viene.
-Sí, mucho. El futuro siempre es incierto, pero estoy convencido de que lo bueno está por llegar y con ganas de que llegue, pero sabiendo que hay que trabajar para no quedase en el camino.
-¿Qué balance hace del tiempo que lleva en el CAR de Barcelona?
-Muy positivo, si bien echo mucho de menos a la familia y a los amigos, siento que les debo algo de tiempo que no les he dado y creo que me estoy perdiendo una gran parte de vida por el tenis. Pero estoy feliz porque los resultados tenísticos acompañan y me gusta viajar, me gusta lo que hago y estoy contento con mi progresión.
-También ha hecho nuevos amigos como el medallista olímpico de escalada Alberto Ginés, con quien se deja ver bastante en redes.
-Sí, lo conozco desde hace tiempo, ahora compartimos habitación en el CAR y el tío es un crack, un chaval muy humilde y con mucho sentido del humor. Ganó esa medalla que nadie esperaba y creo que ni él se daba cuenta de lo que estaba consiguiendo. Tenemos mucha cercanía, somos muy directos, nos encantan las bromas y nos divertimos mucho.