El muelle hundido en O Marisquiño queda reparado tras tres años y medio

Tres años y medio después, ya está reparado el tramo del muelle de madera de As Avenidas que se partió por la mitad durante la celebración del festival de O Marisquiño el 13 de julio del 2018 y que se hundió bajo los pies de 500 espectadores que asistían al concierto final que cerraba el evento. Hubo más de 300 heridos.

El Puerto de Vigo no ha querido arriesgarse a nuevos sustos y esta vez ha colocado una placa de cemento para soportar el entarimado. Aunque los paseantes tendrán el efecto estético de pasear sobre un suelo de madera a pie de mar, en realidad debajo hay una estructura de hormigón dotada de pilares renovados, hileras de vigas y una placa de cemento armado. La obra está prácticamente finiquitada y solo falta forrar con la tarima flotante el esqueleto de listones. Los trabajos culminarán en cuestión de días.

Los operarios han levantado en estos últimos meses unos nuevos pilares de hormigón, que sujetan vigas armadas y un suelo de cemento, el cual está forrado, por razones estéticas, con listones cubiertos por una tarima flotante de madera. El resto del pavimento es de losas de cemento y sustituye al anterior, muy deteriorado por los baches.

La reparación incluye como novedad un carril bici pintado en dos sentidos. Numerosas voces alertaron durante años del deterioro del paseo de Abrir Vigo al Mar sin que ninguna Administración tomase nota.

El paseo de As Avenidas aún no está abierto al público porque falta por terminar la reparación de la cercana zona del Real Club Náutico de Vigo, que presentará el mismo aspecto. El hecho de poner un suelo de listones de madera sobre placa de cemento tiene como finalidad embellecer este tramo marítimo pero, sobre todo, evitar que se vuelva a hundir bajo el peso de los peatones durante la celebración de eventos.

Las constructoras que optaron al concurso de la obra se tomaron en serio la estructura. Esta vez, el paseo de madera ya no flota sobre el mar, lo que daba lugar a peligrosas roturas.

Un informe pericial presentado en el juzgado puso en evidencia que el muelle, integrado en el proyecto Abrir Vigo al Mar tenía una vida útil de seis años. Colapsó por el deterioro estructural, más que por el peso del público. Los pilares estaban corroídos por los elementos marinos y detectaron una falta de mantenimiento en el muelle.

Durante los dos años que duró la investigación, el Puerto y el Concello de Vigo se acusaron mutuamente de no haber cuidado un muelle que, según decía cada uno, era competencia de la institución contraria. La maleza, mientras cubrió las ruinas del paseo vallado y precintado. Finalmente, el Puerto destinó seis millones de euros a finales del 2020 para hacer frente a los arreglos y renovación del paseo, que se prolongó por Beiramar hasta el astillero de Barreras.

El juzgado llama a los heridos para que cobren las indemnizaciones

Un acuerdo entre las aseguradoras del Concello y el Puerto permitió acelerar los pagos de las indemnizaciones a los heridos para evitar el juicio, sin que ello suponga la asunción entre ellos de responsabilidad penal. Un total de 260 heridos se repartirán casi 800.000 euros en indemnizaciones, siendo la mayor de 20.000 euros.

Cientos de heridos cayeron al vacío al abrirse bajo sus pies el entarimado y cayeron al agua resbalando por el panel como en un tobogán. Hubo mucha suerte porque esa noche había marea baja. La mayoría sufrió contusiones leves.

En los últimos meses, el Juzgado de Instrucción número 3 de Vigo llama por lista a los damnificados para que confirmen si aceptan la indemnización ofrecida por las autoridades. Penalmente, no tiene mayor recorrido.