Jorge García Lloria: «Ahora vivo el balonmano de otra manera, valoro más todo»

El portero Jorge García Lloria (Vigo, 1984) cumple su cuarta temporada en el Novás de División de Honor Plata de balonmano. A sus 38 años, es el jugador más veterano de un equipo que ha comenzado la temporada de la mejor manera, con tres triunfos en otras tantas jornadas a los que suman haber logrado avanzar en Copa del Rey. El vigués, contento también en lo personal, asegura que no haber perdido la ilusión es la clave para continuar en activo y seguir sintiendo que aporta al equipo.

—¿Podían imaginar un inicio de temporada como este con cambio de entrenador y novedades en la plantilla?

—Estábamos a la expectativa. Cuando inicias un proyecto nuevo, con tantos cambios, no es que tengas dudas, pero estás esperando a ver cómo saldrá. Estamos contentísimos. Ni en los mejores pronósticos hubiéramos imaginado ganar a Aranda y, sobe todo, a Nava, que creo que es uno de los mejores equipos de la categoría y en su casa.

—¿Cambia en algo el planteamiento de la temporada?

—No. Nuestro objetivo, por presupuesto, sigue siendo la permanencia. La competición hace que si te metes en el grupo de arriba, pelees por el título, así que nuestro objetivo es estar ahí, pero tenemos los pies en el suelo. Hemos empezado bien, pero esto acaba de arrancar.

—¿Cuáles cree que son las claves del buen inicio?

—Los fichajes se han integrado muy bien, el entrenador aporta mucha intensidad, estamos entrenando muy duro y se refleja en los partidos. Hay un buen vestuario y eso se traduce también en rendimiento. Es verdad que el partido de Nava podía haber caído para cualquier lado, pero por fortuna, fue para el nuestro.

—¿Cómo es Samuel Trives, su nuevo entrenador?

—Es muy currante, nos mete mucha intensidad y nos exige que estemos a tope en los entrenamientos. Eso se traduce en que los partidos los afrontemos igual. Nos aprieta para intentar sacar lo mejor de nosotros. Está sabiendo sacar rendimiento a la plantilla, todos están jugando y aportando, sintiéndose importantes y hasta jugando en registros que antes no tenían, en algún caso. Nos hace crecer a todos.

—Hubo muchas bajas en la plantilla. ¿Tuvo claro seguir?

—Sí. Es mi cuarta temporada y siempre me he sentido muy a gusto. Este es un club que quiere crecer, con un vestuario genial y una comunión con la afición espectacular. Se vive el balonmano como en pocos sitios de España. Tuve una etapa de joven en que jugué fuera de Galicia en varios equipos y tengo claro que no me quiero mover de aquí. Y en el Novás estoy encantado, así que no me lo planteé en ningún momento.

—¿Y la retirada se le ha pasado por la cabeza?

—A veces te van doliendo más algunas cosas, pero por ahora me veo bien, con ganas de seguir haciéndolo bien. Sé que es algo que, por edad, más pronto que tarde me va a tocar, pero por ahora sigo disfrutando y me siendo afortunado de poder dedicarme a esto. Creo que me pueden quedar un par de añitos.

—¿Así que no se ve llegando a la edad de Javi Díaz (portero del Cangas de 47 años)?

—Aunque antes las retiradas eran mucho antes, el suyo es un caso excepcional, no solo por seguir en activo con esa edad, sino por su rendimiento. Es un referente. Tuve la suerte de jugar con él una temporada y es un espejo donde mirarnos todos los porteros gallegos. Dudo que llegue a esa edad, pero es una pasada verlo ahí.

—¿Vive el balonmano de manera diferente a años atrás?

—Sí, sobre todo por el rol que tengo ahora en el equipo. Otros años era más secundario, con menos minutos y ahora, al ser además el más veterano, siempre intentas aportar experiencia y ayudar a los jóvenes en lo que puedas. Al final, esto depende de que tengas ganas e ilusión y ahí sí que sigo igual que cuando era joven. Tengo las mismas o más, porque lo valoro más que antes. Lo más importante son las ganas de seguir entrenando día a día y compitiendo. La idea es seguir aportando al máximo.