La Voz de Galicia

«Aquaplaning» en la A-52: «Cuando caen cuatro gotas es de locos circular a 120»

Vigo

Carlos Punzón Vigo

Usuarios de la autovía O Porriño-Benavente advierten de su peligrosidad y de su mal estado

13 Jun 2023. Actualizado a las 19:13 h.

21 de noviembre: cuatro personas resultan heridas en un accidente múltiple en la autovía A-52 a la altura de A Cañiza. 14 de diciembre: herido un conductor al volcar su coche en la misma vía a su paso por Ponteareas. 28 de diciembre: dos heridos al salirse su vehículo de la autovía, de nuevo en un tramo del municipio del Tea. 7 de enero: fallece en un choque frontal en la A-52 en el término de Salvaterra el abogado vigués Juan Blanco; resultan heridos graves su mujer e hija y el conductor que les embistió de frente.

La lista podría alargarse con solo extender el tiempo a los momentos en los que la autovía de salida de Vigo hacia la Meseta no es capaz de gestionar la lluvia cuando cae de forma continuada sobre ella. «Si caen cuatro gotas es de locos circular por aquí a 120 kilómetros por hora», dice Yolanda, usuaria cotidiana de la arteria, que trata de repostar en una de las áreas de servicio. Utiliza la A-52 todos los días para llevar a su pequeño al colegio. «Ni se me ocurre correr, es un peligro y además hay curvas que parece que te echan fuera de la carretera», advierte.

El tramo que recorre desde O Porriño a Ponteareas es en el que el firme presenta peor estado dentro de la provincia de Pontevedra. Baches, parcheos desnivelados y grietas en el firme van creciendo con el invierno. Pero lo más peligroso se afronta desde Ponteareas hasta prácticamente los túneles de O Folgoso (A Cañiza), como demuestra el último reguero de siniestros.

 

Testigos presenciales

«Paró aquí un matrimonio y otro señor que iban detrás del vehículo que saltó la mediana y mató al conductor que venía de Vigo y dijeron que el coche no iba a velocidad. Llovía y aquí cuando la carretera está mojada hay mucho peligro de aquaplaning», dice una camarera desde el otro lado de la barra de la cafetería La Parada. Delante del establecimiento ocurrió el fatídico accidente que costó la vida al abogado vigués el día después de Reyes.

En el contiguo taller Automecánica Lira lo tienen claro. «No nos vienen con muchos problemas en las ruedas por desperfectos causados por los baches. El peligro de esta autovía en este tramo es el agua». Desde la boca de la salida 291 uno de sus operarios señala con un dedo todo el trazado del vial. «Desde allí arriba hasta el final de la curva es matador. Si llueve el riesgo de aquaplaning es tremendo», dice ya a la carrera para volver a su actividad en el taller.

Las huellas de los últimos accidentes son visibles todavía en la mediana de uno de los tramos más despejados del vial. Tras el último siniestro mortal de enero se ha cerrado la mediana del kilómetro 289,8 por la que se coló el BMW que impactó fatídicamente contra el Renault Arkana del abogado vigués. Una barrera de hormigón en sentido Vigo, otra metálica en medio y una más de plástico del otro lado para evitar estacionamientos, caracterizan ahora el punto por el que el vehículo descontrolado invadió los carriles de enfrente.

 

El Gobierno se defiende

«En lo relativo a la actuación de los servicios de mantenimiento tras el accidente registrado en enero de 2023, se indica que esta ha sido la correcta, mediante la reducción de velocidad escalonada, y la disposición de la señalización y balizamiento necesarios para evitar movimientos no permitidos en el paso de mediana existente», dice el Gobierno sobre dicha modificación. En efecto, desde el accidente ya no se puede transitar por esa franja a los 120 kilómetros por hora permitidos hasta este año. Se va reduciendo progresivamente hasta obligar a minorar hasta 80 justo delante de donde los dos vehículos se convirtieron en chatarra.

En los demás tramos apenas hay limitaciones de esa intensidad, pero el baile continuado provocado por los baches y parcheos desgastados, hacen recomendable no pisar en exceso el acelerador. «La lluvia y el frío lo están acabando de destrozar todo», comenta un camionero en un área de descanso.

Las pruebas del deficiente estado de la A-52

El Gobierno dice que esto es «buen estado»

Los transportistas aseguran que el continuo traqueteo sobre el firme hasta les abre los remolques

C. PUNZÓN

El Ministerio de Transportes reconoce que uno de los mayores problemas a los que tiene que hacer frente es el deficiente estado de conservación en la que se encuentra buena parte de la red viaria principal del país. Sin embargo, no incluye en esa bolsa de arterias necesitadas de reparación la autovía A-52. En un escrito remitido al Congreso para contestar un requerimiento del diputado del BNG, Néstor Rego, el Gobierno mantiene que «el firme de la autovía A-52, en general, presenta un buen estado de conservación». Y añade, en respuesta a la crítica con la que el diputado formulaba su pregunta para reflejar su mal estado, que «el Ministerio de Transportes realiza labores de conservación y mantenimiento de forma permanente en todas sus carreteras, incluida la autovía A-52, a través de los servicios de conservación correspondientes».

Incide la misiva a la cámara baja en que la arteria de acceso entre Vigo y la Meseta cuenta con un carril cerrado en las inmediaciones de Ponteareas a lo largo de cuatro kilómetros «en el que ya se han realizado reparaciones de daños puntuales en el firme».

«Pueden decir lo que quieran, pero basta con subirse a un camión y comprobar los botes que pega a lo largo de 600 kilómetros. Me contó un compañero hace unos días que más de una, dos y tres veces se le han abierto los portones traseros por tanto bache y tanto salto», contrapone Ramón Alonso, presidente de la Federación Gallega de Transportes de Mercancías. Añade que aunque las cabinas ahora están amortiguadas, el remolque no «y los saltos son infernales. Las mercancías sufren y no es raro que se caigan, como las cajas de herramientas con el peligro que eso supone para el tráfico y la seguridad de los demás», advierte Alonso.

El representante de los transportistas lleva sus avisos más allá. «Cuidado con el aquaplaning en la A-52, lo del autobús de Cerdedo pueda ocurrir mañana aquí», advierte.


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