Velando por la paz y evitando malos olores en Cíes

Cíes es un paraíso de agua cristalina, arena fina, monte y roca para disfrutar en paz. A veces puede oler a maría, o su derivado marroquí en forma de resina; nada que no ocurra desde hace décadas. También puede darse que algún visitante a la isla tenga la mano demasiada larga y coja pertenencias ajenas. Incluso puede haber diferencias de criterio sobre si alguien estaba en la cola de embarque antes que el vecino y acabe en reyerta o palabras malsonantes y empujones. Y es que pretender que las 1.800 personas que visitan la isla a diario convivan sin que exista ni un solo problema de seguridad o conflicto resulta utópico. Por eso, la joya de la corona de Vigo en forma de ría cuenta a diario con la presencia de agentes de la Policía Nacional y Local que median o atienden estas situaciones.

«Hacemos controles de pasajeros, zonas de embarque, trayecto y atraque en la isla. También las competencias propias del cuerpo: control de documentación de ciudadanos nacionales y extranjeros», explican en la Comisaría de la Policía Nacional de Vigo-Redondela. «Cíes es seguro, prestamos servicio e informamos a los viajeros que nos requieran sobre planes de seguridad. También mantenemos una relación permanente con los responsables de la administración autonómica y nacional y de los servicios de cámping o restauración», añaden en la Comisaría de Vigo.

Los agentes movilizados pertenecen a la unidad de seguridad ciudadana, los mismos que recorren la ciudad a diario en coches oficiales rotulados. Este mes, por convenio, se sumaron agentes de Portugal. «Recorremos las zonas más concurridas y no dejamos de prestar atención a la comisión de infracciones o delitos contra el medio ambiente». Y es que la seguridad en la isla pasa también por arrimar el hombro con los guardias forestales para garantizar que la joya de la corona siga brillando igual que hasta ahora.