La factura del agua se encarece en Vigo para los hogares con uno y dos habitantes

Además de subir los impuestos locales, el gobierno de Vigo ha aprobado un cambio más complejo en la tarifa del agua que va a penalizar a los hogares con una o dos personas empadronadas y también a los que no tienen ninguna. En estos domicilios se podía consumir la misma cantidad de agua que en las viviendas con tres personas sin ninguna penalización. Ya no. El Concello ha modificado la ordenanza de este servicio y a partir de ahora comunicará a Aqualia el número de habitantes que hay en cada hogar.

Esto es algo que ya se hacía para los pisos de cuatro personas o más. Pero los hogares con tres personas o menos quedaban fuera. Por defecto, se consideraba que todas las viviendas tenían tres habitantes. Si en un piso constaba un empadronado, su morador podía consumir tanta agua como en un hogar de tres personas, sin ninguna penalización. A partir de ahora, ya no.

La tarifa del agua se divide en cuatro tramos. El agua del primer tramo es más barata que la del segundo, y así sucesivamente. En el tramo más bajo se calculan seis metros cúbicos cada dos meses por persona (más un mínimo en los hogares pequeños o en los deshabitados, para uso general), lo cual significa 100 litros al día, un baremo que la Organización Mundial de la Salud considera adecuado para garantizar las necesidades nutritivas e higiénicas. A partir de ahí, se va encareciendo. Hay un segundo tramo con cuatro metros cúbicos más por persona, otro con otros diez y el último va de ahí en adelante.

Pero para que esto funcione correctamente, es esencial conocer cuántas personas residen en cada casa. Para esto se utilizan los datos del padrón municipal.

La tarifa no se toca para las familias a partir de tres miembros. Esto hace que las viviendas con un solo habitante son las que más lo vayan a notar, pues las de dos pasarán del actual límite de 18 metros cúbicos del primer tramos a 15. De hecho, el propio Concello de Vigo ha aprobado unas tarifas más moderadas para el 2024, con el objetivo de que «non sufran unha variación significativa na extensión dos tramos de consumo fronte aos definidos con anterioridade», dice el texto de la nueva ordenanza. Esa variación significativa ya se notará en el 2025.

La ordenanza fue aprobada en el pleno con los votos a favor del PSOE, la abstención del PP y la oposición del BNG.

El debate sobre el precio del agua en Vigo es como mínimo tan antiguo como la concesión a Aqualia —antes Seragua—, de 1991. Los precios fijos para los clientes, consuman lo que consuman, han sido históricamente tan altos que nunca se ha garantizado que se pague exactamente por lo que se consume. La Federación Vecinal llegó a llevarlo a los tribunales y después desistió del pleito.

Los nuevos tramos tarifarios hacen que el precio sea más progresivo. Aun así, un hogar cuyos grifos no se abran ni una sola vez en dos meses pagará 28,62 euros por este servicio, ya que la factura contiene un tramo fijo y otro variable, y el fijo representa una abultada parte del precio final.

Según los informes técnicos del Concello, en el año 2022 se recaudaron 41 millones por la tarifa del agua, que incluye el doméstico y el comercial. Con las modificaciones previstas en la nueva ordenanza, el Ayuntamiento estima 42,6 millones el próximo año.